La grandeza de la arquitectura gótica

La grandeza de la arquitectura gótica. El estilo gótico es producto de una sociedad diferente, una sociedad que ha roto sus vínculos con el feudalismo y dónde comienzan a surgir nuevos grupos sociales dedicados al comercio o la artesanía.

Catedral de Paris. Notre-dame

La grandeza de la arquitectura gótica. Su grandeza, la luz y el espacio.

Por otro lado se consolidan las monarquías y la autoridad del rey en estados como Francia e Inglaterra. La Iglesia adquiere un papel más político y se dedica a cuestiones que cada vez tiene más que ver con la vida cotidiana de los hombres.

La arquitectura gótica destaca por la enfática verticalidad de sus edificios, conseguida gracias a una renovación técnica en los sistemas constructivos con  la introducción de una serie de elementos típicos del estilo gótico: arco apuntado, bóveda de crucería  y el empleo de arbotantes y contrafuertes. Tanto el arco apuntado como la bóveda de crucería se convierten en  los elementos diferenciadores de la  arquitectura gótica a los ojos del ciudadano común.

Ventanal de la catedral de Chartes

Hablar de arquitectura gótica, es hablar de arquitectura eclesiástica. Hablar de arquitectura gótica es hablar de catedrales, de luz y de altura. De hecho, desde el punto de vista de diseño en planta de las iglesias y catedrales, del estilo gótico no aporta grandes innovaciones frente al estilo anterior, el románico. La arquitectura gótica es la revolución de la técnica.

Es en esta época cuando se culminan grandes proyectos de catedrales que habían comenzado siglos atrás basados en un estilo románico, más austero y sencillo desde el punto de vista formal y decorativo.

Los avances técnicos y constructivos permiten a los arquitectos góticos comenzar a trabajar la luz dentro de sus edificios, destaca sobremanera en esta época la aparición de grandes rosetones y gigantescos ventanales en las fachadas de las catedrales.

Nave central de la catedral de colonia

La arquitectura gótica eclesiástica tiene su reflejo en la arquitectura popular, sobre todo en castillos, puentes, casas o ayuntamientos. Sin embargo no siempre se traslada la pomposidad aparente de la arquitectura de las catedrales a la arquitectura civil. Por ejemplo, algunos monasterios siguen manteniendo coherentemente la austeridad que marca  las reglas monásticas, tanto en su vida cotidiana, como en la decoración y arquitectura de sus monasterios.

La arquitectura gótica dará paso a otro estilo que reflexionará sobre los principios básicos de la arquitectura, la estética y la composición. Nos referimos al renacimiento,  donde el hombre se convertirá en el único protagonista.

®redactado por equipo editorial de arquitectura.vilssa