Climatización por arquitectura activa

Una vivienda totalmente pasiva sería lo ideal, ya que no necesitaría que aportáramos energía para su climatización, ventilación o iluminación, por ejemplo. Desgraciadamente, esto es muy difícil de conseguir, si no imposible. Siempre necesitaremos, aunque sea en muy pequeña proporción, de algún equipo que nos aporte climatización, iluminación u otra necesidad en nuestras viviendas.

Al contrario de los sistemas pasivos que utiliza la arquitectura, los sistemas activos son aquellos que si necesitan energía para su funcionamiento. Un sistema activo de calefacción o climatización consta de en un equipo o conjunto de equipos mecánicos que se instalan en nuestras viviendas o edificios para conseguir el control de todos los parámetros para nuestro confort.

arquitectura activa

Una vivienda totalmente pasiva sería lo ideal, ya que no necesitaría que aportáramos energía para su climatización, ventilación o iluminación; pero lamentablemente, siempre necesitaremos de algún equipo que nos aporte climatización, iluminación u otra necesidad en nuestras viviendas.

Así, el objetivo de los sistemas activos usados es proporcionar confort térmico y buena calidad de aire interior, que la arquitectura pasiva no es capaz de conseguir. Para conseguir ese confort óptimo, nos apoyamos en varios tipos de instalaciones en los edificios: la ventilación, la calefacción, la refrigeración y el aire acondicionado.

Además, debemos incluir otros sistemas o instalaciones que aportan seguridad y aseguran el aporte energético que necesita la arquitectura activa. Entre ellos se incluyen los sistemas de prevención y extinción de incendio, los sistemas de generación de energías, los sistemas domóticos y los de seguridad.

Sistemas de climatización

Todas las instalaciones destinadas a climatizar nuestras viviendas y edificios son los tradicionales sistemas de calefacción o aire acondicionado. Entre ellos encontramos las calderas de gas, gasóleo o pellets, las bombas de calor, que sirven tanto para calefacción como para refrescamiento. Y por último, el aire acondicionado que, gracias a la tecnología de reversión de ciclo, se puede usar tanto en verano como en invierno.

  • Calefacción con combustibles fósiles. Son las tradicionales calefacciones que hemos tenido en nuestras casas. Chimeneas de leña, calderas de gasóleo, pellets o de gas con radiadores o suelo radiante.
  • Calefacción por bomba de calor. Es un sistema más moderno, ya que apenas tiene unas décadas de vida. Principalmente, se utiliza la bomba de calor de aerotermia y gracias a su tecnología de reversión de ciclo, la podemos emplear tanto en verano como en invierno.

Es por ello que la bomba de calor se ha convertido en un equipo de grandes prestaciones, proporcionando agua caliente sanitaria, calefacción y refrigeración. Se puede combinar con un suelo radiante preparado también para refrescamiento. Con fancoils o radiadores de baja temperatura.

  • Aire acondicionado. Son equipos que aportan refrigeración en verano, además, hoy en día, la mayoría de los equipos son reversibles, y disponen de bomba de calor para calentar el aire en invierno. Cabe decir que su climatización no es tan confortable como un equipo de aerotermia combinado con un suelo radiante.

Sistemas de ventilación

La ventilación de las viviendas, oficinas o cualquier edificio es imprescindible para renovar el aire y de alguna forma limpiarlo para nuestro uso. En todos los países existe normas y leyes que indican la obligación de proporcionar un mínimo de ventilación, renovando el aire del interior de las edificaciones una cantidad de veces durante el día.

En España se encarga de ello en Código Técnico de la Edificación, en su documento HS dedicado a la salubridad dispone del capítulo 3, destinado a la “Calidad del aire interior”. En él se cita textualmente: “Los edificios dispondrán de medios para que sus recintos se puedan ventilar adecuadamente, eliminando los contaminantes que se produzcan de forma habitual durante el uso normal de los edificios, de forma que se aporte un caudal suficiente de aire exterior y se garantice la extracción y expulsión del aire viciado por los contaminantes.

Pero, ¿cómo se consigue la renovación del aire interior? Disponemos de diferentes técnicas y dispositivos para asegurar que el aire que respiramos es adecuado. Así distinguimos entre diferentes tipos de ventilación:

  • Ventilación natural. Es aquella que se garantiza por la existencia de diferentes aberturas en la fachada o techo. De modo que aseguren la circulación del aire. Pueden ser ventanas, rejillas de ventilación, chimeneas, etc.
  • Ventilación forzada. Es la producida por equipos mecánicos o eléctricos que fuerzan la entrada o salida de aire de alguna estancia. Este movimiento de aire provoca que de otras estancias haya un movimiento hacia o desde la que dispone del equipo. Por lo general son ventiladores o extractores de aire instalados en cocinas, baños o en entradas mecanizadas de aire.
  • Ventilación selectiva. Es una técnica de ventilación que aprovecha la humedad del aire y con ayuda de la arquitectura pasiva, para crear en el interior un ambiente confortable. Además, aprovecha la diferencia entre el día y la noche, de modo que durante el día la ventilación es mínima, y durante la noche se recupera totalmente la calidad de aire interior.
  • Ventilación por infiltración. Las infiltraciones de aire son la consecuencia de la falta de hermeticidad den ventanas, puertas y otras aberturas de la vivienda al exterior. Por lo general se intenta anular las infiltraciones o por lo menos minimizarlas. Sin embargo, es muy difícil conseguir que no haya infiltraciones, por lo que siempre tendremos un mínimo de ventilación por este efecto.

Sistemas de generación energética

Dentro de este grupo podemos considerar a las placas solares, tanto los paneles fotovoltaicos como las térmicas, así como a los aerogeneradores domésticos. Gracias a estas instalaciones se aporta a la vivienda de agua caliente para diversos usos y electricidad.

  • Captadores solares térmicos. Son un sistema que aprovecha la incidencia del sol para calentar un fluido a base de glicol, para calentar agua en uno o varios depósitos. Esta agua la podemos usar en la calefacción o para uso sanitario.
  • Paneles fotovoltaicos. Dan la opción de ser totalmente independiente energéticamente, al generar toda la electricidad que la vivienda pueda necesitar. Aunque la más lógico en la actualidad es sumarse al autoconsumo fotovoltaico, con el cual estamos conectados a la red y hacemos un intercambio eléctrico con ella.
  • Aerogeneradores domésticos. Son la opción de aprovechar el viento para generar la electricidad que necesitamos. Tiene como ventaja sobre los captadores fotovoltaicos que es capaz de generar electricidad por la noche, lo único que necesita es un poco de viento.

Climatización por arquitectura activa

Una vivienda totalmente pasiva sería lo ideal, ya que no necesitaría que aportáramos energía para su climatización, ventilación o iluminación; pero lamentablemente, siempre necesitaremos de algún equipo que nos aporte climatización, iluminación u otra necesidad en nuestras viviendas.