Cómo desinfectar tu hogar

Cómo desinfectar tu hogar en tiempos de pandemia.

En este post te daremos algunas pautas para que puedas sentirte seguro en casa al mantenerla todo el tiempo desinfectada.

1. Lo primero es no volvernos locos, con la cuarentena lo que se ha conseguido es que nos quedemos dentro de casa y que el virus se quede fuera. Sin embargo salimos a hacer compras al menos una vez por semana, por lo que le estamos abriendo literalmente la puerta al virus para que entre.

La pandemia de Coronavirus nos ha pillado a todos desprevenidos y hemos tenido que aprender sobre la marcha cómo tomar medidas para protegernos, mientras las recomendaciones van cambiando de un día para otro. En lo que las autoridades pertinentes se han puesto de acuerdo es que este virus se contagia con muchísima facilidad y que además permanece vivo durante un tiempo dependiendo de la superficie en la que se encuentre.

2. Ten a mano productos desinfectantes y bayetas limpias. Los primeros productos en escasear en los supermercados fueron los de limpieza, tales como toallitas húmedas con lejía, alcohol en gel y demás limpiadores que aseguran eliminar el virus, debido a su concentración de alcohol o lejía. En algunas ciudades estos productos no solo han escaseado, sino que también han visto incrementado su precio. Por eso, si tenemos lejía o alcohol en casa, podemos elaborar nuestros propios espráis y toallitas limpiadoras, de forma fácil y mucho más económica, a continuación te contamos cómo:

Espray limpiador. Busca un envase vacío de cualquier producto de limpieza con atomizador. Asegúrate de lavarlo bien, que no quede ningún residuo. Prepara en otro recipiente un litro de agua y dos cucharaditas de lejía y mueve bien. Con eso, rellena el envase con atomizador, y ¡listo! Puedes desinfectar todas las superficies duras de casa y los envases de los productos que traes del supermercado.

Para los productos del supermercado lo mejor es echar un poco del producto en una bayeta y luego pasar varias veces la bayeta por el envase que has traído del súper.

Toallitas limpiadoras. Aprovecha las toallitas de bebé y échales alcohol isopropilico. Con estas podrás desinfectar superficies más sensibles como pantallas de ordenadores o móviles, gafas, etc.

3. Asegúrate de fregar el suelo con agua y lejía después de regresar de la calle. Lo mejor es que te quites los zapatos en la puerta de casa y los deposites en la terraza o en algún lugar ventilado para que si han sido contaminados con el virus, este desaparezca con el tiempo. También puedes rociar las suelas con la solución de agua y lejía.

4. Debemos intentar tener nuestra casa limpia siempre, pero sobretodo cuando alguien regresa de la calle. No está de más repasar las superficies con las que la persona ha tenido contacto.

5. Al llegar de la calle quítate la ropa y deposítala directamente en la lavadora o métela en una bolsa para esperar a tener más cantidad de ropa que lavar. Para lavarla, lo mejor es que sea con agua a más de 60º, si el tejido lo permite.

 

6. Hacer limpieza profunda en cocina y baños, pues son las áreas más propensas a la proliferación de virus y bacterias. Para esto puedes usar simplemente lejía o amoniaco, disueltos en agua.

7. Repasa con la solución de lejía o con la de alcohol todas las superficies de contacto constante como picaportes, mesas, interruptores, grifos, inodoros, teléfonos y teclados.

8. Recuerda que la limpieza y orden de la casa es tarea de todos. Si tienes hijos, es importante que vean que la limpieza y el orden es parte de la cotidianidad y que todos debemos colaborar. Incluso los niños pequeños pueden tener pequeñas labores como “limpiar” alguna superficie con una bayeta seca.

 

 

 

 

Cómo desinfectar tu hogar

La pandemia de Coronavirus nos ha pillado a todos desprevenidos y hemos tenido que aprender sobre la marcha cómo tomar medidas para protegernos, mientras las recomendaciones van cambiando de un día para otro. En lo que las autoridades pertinentes se han puesto de acuerdo es que este virus se contagia con muchísima facilidad y que además permanece vivo durante un tiempo dependiendo de la superficie en la que se encuentre.