Ciudades y urbanismo bioclimático
Ciudades y urbanismo bioclimático. Mucho se habla hoy en día de la arquitectura bioclimática, de los edificios inteligentes y del ahorro de energía. Pero muy pocas veces se oye hablar sobre el urbanismo bioclimático, sobre posibles intervenciones que mejoren la eficiencia de nuestras ciudades.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, existen dos tipos de medidas que podemos adoptar para mejorar la eficiencia de nuestros edificios, las medidas activas y las medidas pasivas. En el caso de las ciudades, podemos aplicar los mismos conceptos y principios que en la construcción de edificios. Medidas activas que actúen sobre el consumo eléctrico, de agua, evacuación de residuos, etc… y medidas pasivas que actúen sobre el diseño de la ciudad: sus calles, manzanas, volúmenes y espacios públicos.
La verdad es que si miramos a nuestro alrededor, en todas las ciudades del mundo se repite un patrón de urbanismo irresponsable y sometido a principios económicos que sólo buscan las plusvalías a corto plazo. De hecho, resulta muy frustrante pasear por ciudades consolidadas, y cascos históricos que nos muestran como hubo un tiempo en el que el diseño de la ciudad se sometía a principios de eficiencia y racionalidad.
Ciudades y urbanismo bioclimático. El diseño de nuestras ciudades desde principios y estrategias bioclimáticas
Las ciudades están plagadas de ejemplos de mal urbanismo, edificios mal orientados, calles más diseñadas, paseos intransitables en verano por el excesivo sobrecalentamiento y exposición a radiación solar, zonas desprotegidas ante las inclemencias del tiempo: lluvia, nieve o viento, edificios que arrojan sombra sobre los edificios colindantes , etc…
Y habiendo expuesto de manera tan clara los defectos del diseño de nuestras ciudades actuales, definir lo que es el urbanismo bioclimático resulta evidente.
Una ciudad diferente es posible, espacios bien diseñados, parcelaciones que tengan en cuenta las orientaciones y los vientos dominantes, calles bien diseñadas que permitan al ciudadano recorrerlas tanto en verano como en invierno, pudiéndose proteger de las inclemencias del tiempo. Espacios verdes que ayuden a regular las temperaturas en el interior de las ciudades en las épocas de verano, así como descongestionar el ambiente contaminado por los vehículos de motor, y así una lista larga de medidas y estrategias de diseño bioclimático para nuestras ciudades.
Las normativas urbanísticas de las distintas ciudades están cargadas de normas que en ocasiones carecen de sentido alguno, desde retranqueos inútiles que impiden la construcción entre medianerías, lo que sin duda, sería una forma muy eficiente de ahorrar energía en la climatización de los edificios, hasta regulaciones de altura que no tienen en cuenta la orientación, ni la ubicación, y las condiciones particulares de cada manzana.
En definitiva, el urbanismo bioclimático debería ser un concepto que precediera a la arquitectura bioclimática, un concepto global que permita configurar nuestras ciudades en base a principios eficientes y lógicos, un concepto que debería ser la base para que posteriormente el diseño de los edificios resultase más eficiente y sostenible.
®redactado por equipo editorial de arquitectura.vilssa
Ciudades y urbanismo bioclimático
Ciudades y urbanismo bioclimático. El diseño de nuestras ciudades desde principios y estrategias bioclimáticas