Una cata de vino para todos los públicos
UNA CATA DE VINO PARA TODOS LOS PÚBLICOS
Este artículo explica de una forma fácil como se realiza una cata de cualquier tipo de vino que existe. No hace falta ser un experto para entender su desarrollo y poder hacer esta práctica antes de tomar una copa de vino. A continuación, explicamos cada una de las fases de las que consiste una cata profesional:
Aprende a catar los vinos. Cómo catar un vino de manera sencilla
Una cata de vino sencilla. Fase visual: El aspecto del vino dice mucho sobre él, el color es el primer contacto con el vino, y su aspecto nos debe invitar a beberlo, el color nos informa sobre el cuerpo, la edad y el estado del vino, pero la intensidad da una idea más precisa del cuerpo del vino y de su estructura tánica. Si el color es fuerte, profundo y concentrado, existen muchas posibilidades de que el vino sea también fuerte, recio y rico en sustancias tánicas, por el contrario, si el color es débil y abierto, el vino será seguramente ligero de cuerpo y más corto en boca, lo que no impedirá en absoluto que sea agradable, rico, sin defectos y que defienda a la perfección una topología concreta.
Una cata de vino sencilla. Fase olfativa: El olfato es el sentido principal de la cata, la sensibilidad del olfato es unas diez mil veces superior a la del gusto. El centro de nuestro sentido del olfato radica en los bulbos olfativos, que se encuentran en lo alto de cada una de las fosas nasales. Estos bulbos olfativos se estimulan por las moléculas odoríferas en estado gaseoso, por dos vías distintas: la nariz y la boca. Por la primera inspiramos las moléculas odoríferas, las cuales ascienden por las fosas nasales a través de la longitud de la nariz hasta los bulbos olfativos. Por la segunda, las moléculas odoríferas ascienden de la boca, por la garganta hacia la nariz y los bulbos olfativos. Es el llamado “retronasal” de un vino. La cantidad de moléculas aromáticas que volatilizan dependen, en gran medida, de la temperatura del vino y de la superficie de evaporación.
Los aromas del vino se clasifican en tres categorías:
- Aromas primarios, se desprenden de la superficie del vino y aumentan si lo agitamos, este tipo de aroma está producido por la variedad de vid y por el terreno. Se obtienen vía nasal.
- Aromas secundarios, se desprenden al contacto con la lengua y al agitarlo con la boca, ya que aumenta la temperatura del vino, por lo tanto se obtienen vía retronasal, son producidos por el tipo de fermentación.
Aromas terciarios, al igual que los secundarios se obtienen por vía retronasal y son producidos por la maduración y crianza del vino, ya sea en barrica o en botella.
Una cata de vino sencilla. Fase gustativa: La última fase es la que consiste en introducir el vino en la boca para identificar los distintos tipos de sabores presentes en el vino. Esta función la realiza la lengua, mediante papilas gustativas que clasifican los distintos sabores, identificándolos en diferentes zonas según el tipo de sabor, así el sabor dulce se percibe en la punta de la lengua, el ácido en los laterales, el salado en los bordes y el amargo en la parte anterior de la lengua. Los sabores se clasifican en cuatro grupos genéricos:
- Dulce, lo producen el alcohol, la glicerina y sobre todo los azucares.
- Ácido, se encuentran los ácidos propios de la uva, y los aparecidos durante la fermentación.
- Salado, prácticamente inapreciable en el vino, el producido por las sales minerales. Amargo, producido por taninos.
Ya podemos saborear y degustar un vino extrayendo y descifrando todo lo que encierra su botella.
Una cata de vino para todos los públicos
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