¿Qué es un sistema central de ventilación mecánica para viviendas?

Ventilar la vivienda es fundamental como medida de higiene y para renovar el aire, asegurando que su calidad sea óptima para nosotros. Es por ello que las diferentes normativas que se encargan de controlar la calidad de nuestras viviendas hacen hincapié en ello. Por ejemplo, el CTE dedica un capítulo del apartado de “Salubridad” al tema específico de la “calidad del aire interior”. Pero, ¿Qué es la ventilación mecánica para viviendas?

La evolución que ha sufrido la ventilación en nuestras viviendas ha sido progresiva, buscando mejores condiciones de habitabilidad y de confort. Sin embargo, los últimos pasos en la ventilación se han enfocado en no perder la energía térmica que le damos al aire interior con la calefacción o climatización. Es decir, buscando una mayor eficiencia energética de la vivienda.

¿Qué es la ventilación mecánica para viviendas?

Tradicionalmente, se buscaba que todas las estancias de una vivienda tuvieran una ventana, que ayudará a ventilarlas. Sin embargo, en muchas ocasiones no había esa posibilidad, sobre todo, cuando las viviendas estaban entre otras casas, o cuando se empezó a construir edificios con muchas viviendas.

Fue entonces cuando con las técnicas constructivas se idearon sistemas de ventilación natural, utilizando conductos que comunicaban las estancias húmedas, es decir, cocinas y baños, con el exterior. De esta forma se aseguraba que hubiera una circulación de aire desde las habitaciones con ventana, hacia los baños y cocina. Así, el aire salía de forma natural por la chimenea de ventilación.

Sin embargo, las normativas han ido evolucionando, buscando una mayor calidad y confort de nuestras viviendas. Así, se han ido implementando estándares que aseguran que el aire del interior de nuestras viviendas tenga una calidad mínima. Con ellas hemos tenido la necesidad de forzar la ventilación con algún tipo de ventiladores o extractores de aire.

Así, nació la ventilación mecánica para viviendas, utilizando equipos que fuerzan la entrada o salida del aire en una casa. Esta corriente de aire forzada ayuda a que se renueve el aire, asegurando que siempre tenga una humedad adecuada y, al mismo tiempo, se elimine la suciedad, polvo y alergenos que pueda tener el aire.

Tipos de ventilación mecánica para viviendas

La evolución que ha sufrido la ventilación en nuestras viviendas ha sido progresiva, buscando mejores condiciones de habitabilidad y de confort. Sin embargo, los últimos pasos en la ventilación se han enfocado en no perder la energía térmica que le damos al aire interior con la calefacción o climatización. Es decir, buscando una mayor eficiencia energética de la vivienda.

1.- Ventilación natural

Ventilación básica producida gracias a las corrientes de aire exteriores y facilitada por elementos constructivos como chimeneas, rejillas y otros. Tienen el problema que no se puede garantizar una renovación mínima del aire. Además, depende de las condiciones climáticas, como la existencia de altas presiones atmosféricas.

2.- Ventiladores de entrada de aire

Son sistemas en los que se instala un ventilador que inyecta aire en la vivienda. Esta corriente de aire generada artificialmente tiene su salida a través de las salidas dispuestas en baños y cocinas. Es un sistema de ventilación que no se suele común en nuestras viviendas.

3.- Extractores de aire y humo

Es el sistema de ventilación más común en las viviendas españolas. Consiste en la instalación de un extractor de aire en los aseos y baños, que no disponen de ventana. Esto ayuda a extraer el aire viciado de los baños y aseos, que proviene de las habitaciones, salón y comedor.

4.- Recuperadores de calor entálpicos

El último avance en la ventilación de las viviendas, oficinas y locales es el aprovechamiento de la energía térmica que tiene el aire que queremos expulsar. Así, nacieron los modelos más avanzados de ventilación mecánica controlada, los recuperadores de calor entálpicos.

Estos equipos de ventilación regulan la entrada y salida de aire aprovechando la temperatura del aire que se expulsa, para calentar el que entra, durante el invierno, o para enfriarlo en verano. De esta manera se consigue renovar el aire, asegurando que la calidad es la adecuada para las personas y, se eliminan olores y humedad excesiva que pueda tener el aire viciado.

El funcionamiento de estos equipos hace que el flujo de aire que entra no se mezcle con el que sale. Simplemente, circulan por un intercambiador de calor, donde el aire que entra capta parte de la temperatura del que sale. Aprovechando, de este modo, la energía que hemos utilizado en la climatización de la vivienda.

Así, en invierno, utilizamos la bomba de calor para aportar calefacción y no nos interesa que el calor se pierda al ventilar o extraer el aire con un extractor. Debemos tener en cuenta que en el interior de la vivienda hemos encendido la calefacción y tendremos una temperatura de 23 °C. En cambio, en el exterior es fácil que solo haya 10 °C o menos.

Si ventilamos directamente estamos tirando toda esa calefacción. Para evitar esto, el equipo de ventilación mecánica ayuda a que el aire del exterior se precaliente un poco, aprovechando el calor del aire que estamos extrayendo de la vivienda. Así, el aire limpio entrará en la vivienda a unos 16 - 17 °C, con lo que el sistema de calefacción tendrá que trabajar menos que en una ventilación natural, donde el aire entra a los 10 °C del exterior.

Durante el verano sucede lo contrario. Cuando en la calle tenemos 30 °C y encendemos el aire acondicionado para hacer más agradable el interior de la vivienda, no queremos perder ese agradable frescor. Con el equipo de aire hemos conseguido que dentro de la vivienda estemos a unos 25 °C, por lo que si ventilamos perderemos toda la energía que hemos dado al aire acondicionado.

Con un sistema de ventilación mecánica controlada con recuperación, conseguiremos que el aire que entra caliente se refresque un poco. Así, el aire acondicionado tendrá que trabajar un poco, pero no tanto como el caso de abrir la ventana para ventilar y que se escape todo el aire que hemos enfriado previamente.