Una nueva forma de colocar los canalones
Una nueva forma de colocar los canalones. Bueno, la verdad es que no se trata de una nueva forma de colocar canalones y bajantes, sino de una tradición constructiva muy antigua en muchos pueblos mediterráneos, donde el agua potable era un bien, a veces, demasiado escaso.
De todas formas, estas imágenes pueden ser fuente de inspiración para que algún arquitecto decida cambiar el común canalón y bajante metálico o en el peor de los casos de PVC, por soluciones un poco más originales e integradas en la propia fachada.
Canalones colocados en la fachada de manera diferente
En Menorca, una pequeña isla donde el agua potable ha sido siempre un bien escaso, la arquitectura popular se las ingeniaba para aprovechar el máximo posible este recurso tan preciado. La forma de diseñar los canalones y bajantes podía llegar a ser tremendamente original y práctica. Como no existían los materiales actuales tan fáciles de conformar, los constructores menorquines ideaban maneras sencilla de dirigir el agua de lluvia que caía sobre las cubiertas.
Canalones y bajantes hechos con teja curva.
La mejor forma de diseñar canalones y bajantes era aprovechando los materiales de la zona, y es por ello que se utilizaba la teja curva de barro, que por un lado es ciertamente impermeable y por otro tienen una forma que ayuda a canalizar el agua.
Los diseños podían variar de una construcción a otra, desde tejas colocadas en la pared en posiciones oblicuas para dirigir el agua verticalmente, hasta canalones realizados con tejas y que conducían el agua hasta un depósito o fosa de depuración donde se eliminaban impurezas e insectos.
La finalidad de estos sistemas constructivos no era simplemente evitar que el agua deslizara libremente por las fachadas, la verdadera intención de este tipo de canalizaciones era la de aprovechar al máximo el agua de lluvia.
Generalmente las primeras lluvias de la temporada servían poco más que para limpiar de barro e impurezas de las cubiertas, pero una vez limpias, el agua se conducía a pozos y cisternas donde era acumulada y desinfectada gracias a trozos de cal y podía ser posteriormente utilizada como agua corriente.
Actualmente, y después de algunas décadas de derroche y ceguera provocada por las supuestas innovaciones técnicas, se vuelve a pensar en la utilización de sistemas tradicionales que aprovechen el agua de lluvia para regar jardines, como saneamiento o como llenado de aljibes, fuentes o estanques. Si bien, los sistemas han evolucionado técnicamente y estéticamente, de lo que no hay duda es de que volvemos a intentar aprovechar las ventajas que nos ofrece el entorno y volvemos a apreciar lo que nos enseña la arquitectura popular.
Fuente fotos: tectonicablog
Una nueva forma de colocar los canalones
Canalones colocados en la fachada de manera diferente