Una curiosa fachada de piedra
Te mostramos una curiosa fachada de piedra, su colocación es singular y parece más bien un muro de aluviones para contener tierras.
Por norma general, las paredes o fachadas de piedra trabajan como muros de carga o portantes, es decir, que poseen función estructural y soportan otros elementos estructurales del edificio. En el resto de situaciones, la piedra natural se coloca en formato para fachada ventilada en paños de gran altura o mecánicamente cuando la altura no sobrepasa los tres metros.
Las diversas operaciones a las que hay que someter a la piedra en bruto hasta su colocación en obra han sufrido cambios importantes a lo largo de la historia, de modo que se han ido adaptando a los sistemas constructivos y posibilidades técnicas en función de cada época. Hasta principios del siglo XX, la piedra todavía se utilizaba en la construcción con gruesos considerables, formando parte indispensable de la propia estructura del edificio. En la actualidad la piedra se suele utilizar como revestimiento de fachadas y pavimentos, en forma de placas, preparándose en el taller y colocándose en obra. En el taller, la piedra se trabaja de forma mecánica o manual, aunque generalmente el trabajo manual se destina a pequeñas zonas, artesanados o a dar un acabado especial ya que suele ser caro y requiere de operarios habilidosos.
Una curiosa fachada de piedra. Muros con alta inercia térmica
Los trabajos mecánicos son habituales. El serrado es la primera operación a la que se somete el bloque de piedra, y consiste en convertirlo en placas de diferentes grosores en función de la piedra y las vetas que vayan surgiendo. Las placas obtenidas presentan un contorno irregular, por lo que para conseguir las piezas del tamaño definitivo se deberán exponer a nuevos trabajos mecánicos con una sierra de disco de menor diámetro. En función del acabado que se le pretenda dar a cada pieza y del tipo de piedra, se utilizarán diferentes máquinas.
La fachada que te mostramos esta formada por bloques de piedra irregular de distintos tipos, aunque predominan las calizas. Lo que llama la atención especialmente es la forma que tiene esta fachada, ya que simulan placas regulares, parece una gran pieza de terrazo.
Para conseguir este efecto, cada pieza rectangular se separa de la otra 5cm. son elementos creados individualmente y posteriormente colocados (anclados a la fachada). Cada pieza se envuelve en una malla de gallinero, que ciertamente no sabemos para que se utilizará, es posible, que la intención sea que el día de mañana aparezcan plantas trepadoras por toda la fachada.
Fuente: Fachadas, ed.monsa, 2010
®redactado por equipo editorial vilssa
Una curiosa fachada de piedra
Una curiosa fachada de piedra. Muros con alta inercia térmica