Cómo arreglar un suelo de parqué

Cómo arreglar un suelo de parqué. Los suelos de parqué o tarima están formados por piezas o lamas de madera unidas entre si, a veces encoladas al soporte y otras veces sujetas de alguna forma a los rastreles de apoyo, que también suelen ser de madera.

La madera es un material que se mueve por efecto del cambio de temperatura, es decir dilata y contrae dependiendo de su coeficiente de dilatación. Hay maderas que son más estables y otras como el haya que se mueven más fácilmente. Estos pequeños movimientos son los que pueden hacer que aparezcan fisuras en el suelo que suelen resultar muy feas a la vista.

Suelos de parque y tarima, cómo arreglarlos.

Cómo arreglar un suelo de parqué. Para arreglar un suelo de parqué tenemos que recurrir a las masillas acrílicas que venden en los grandes almacenes. Estas masillas suelen venir en diferentes colores, pero si no encontrases el que más se adapta a tu suelo tendrías que teñirlo con anilina. La masilla suele venir en botes o en tubos y el modo de aplicarla es con una pequeña espátula. 

Rellena primero las fisuras y con ayuda de la espátula asegúrate de que no queda ningún hueco. Puedes ayudarte también de los dedos para extender bien la masilla. Retira la masilla sobrante antes de que solidifique y pasa un trapo húmedo por la superficie. Una vez haya secado la masilla, lija con un papel de lija muy fino la parte reparada y aspira todo el polvo que haya quedado alrededor.

Cómo arreglar un suelo de parqué cuando una tablilla este rota o deteriorada. A diferencia de los actuales suelos  de melanina o lo que denominan erróneamente tarima flotante, los suelos de parqué son relativamente sencillos de reparar, ya que sus piezas no suelen estar machiembradas, por lo que sólo hay que sustituir la pieza dañada. 

Utiliza un pequeño destornillador o una palanca  para sacar la tablilla defectuosa y sustituye esta por una nueva, pegándola al soporte con cola o anclándola al rastrel. La mayor dificultad a la hora de reparar un suelo de parqué y sustituir las viejas piezas es conseguir que el acabado final sea parecido al resto del suelo. Para ello tendrás que barnizar o encerar la zona reparada y en el peor de los casos, actuar sobre una superficie más amplia para que no se noten las diferencias.