El muro y el aislamiento térmico
El muro y el aislamiento térmico. Desde siempre, los cerramiento san sido los responsables de aislarnos de las condiciones climáticas del exterior.
Desde el refugio más precario hasta el más moderno, el hombre ha ido buscando siempre el mejor aislamiento posible. De manera innata pensamos que cuanto más grueso sea un muro, mejor aislados estaremos, y no es del todo falso, ya que casi el mejor aislamiento es el que te da la propia tierra. Es decir, una cueva es casi un bunker desde el punto de vista de la conservación de la energía (en realidad, lo que sucede es que le cuesta mucho cederla o captarla debido al espesor casi infinito de cerramiento que la envuelve)
En este artículo vamos a mostrar un ejemplo de un muro peculiar. Desde el punto de vista constructivo no reviste ninguna complejidad, pero desde el punto de vista teórico explica lo que supone un aislamiento térmico y nos ofrece la posibilidad de plantear y resolver muchas dudas sobre este tema.
El muro y el aislamiento térmico. Los cerramientos de nuestros edificios y su resistencia térmica
El muro esta formado de interior a exterior por:
- 2cm de yeso
- 7cm de ladrillo hueco doble
- 12cm de cámara de aire
- 7cm de ladrillo hueco doble
- 5cm de cámara de aire
- 12cm de poliuretano proyectado
- 12cm de ladrillo perforado
En total el muro tiene un espesor de 57cm. En realidad este muro no se configuró de esta manera para aumentar su resistencia térmica sino para ocultar una serie de carpinterías y los pilares de la estructura. En todo caso, según indicaciones de su autor tiene una conductividad térmica de 0,25w/m2k, sin embargo si sustituimos los tabiques de ladrillo hueco por un tabique de ladrillo macizo de 12cm casi no variamos la conductividad. En conclusión, para aquellos que consideran que la resistencia térmica de un cerramiento es directamente proporcional a su espesor, se equivocan considerablemente.
En conclusión si queremos configurar un cerramiento de un edificio en base a su resistencia térmica lo mejor es utilizar grandes espesores de aislamiento, no grandes espesores de muro, combinados con capas finas de otro material. Es por ello que las fachadas ligeras (aquellas formadas por una capa de soporte rígido, por ejemplo ladrillo, capa de aislamiento y terminación colgada mediante anclajes, por ejemplo un chapado de piedra) funcionan muy bien, tienen poco espesor y técnicamente son muy eficientes.
®redactado por equipo editorial de vilssa.construcciones
El muro y el aislamiento térmico
El muro y el aislamiento térmico. Los cerramientos de nuestros edificios y su resistencia térmica