La inercia térmica en la construcción. Parte I

La inercia térmica en la construcción. Parte I. La  estrategia  bioclimática más efectiva para acumular la energía es la que utiliza la propia masa del edificio, y por tanto optimiza las inversiones constructivas. Estamos hablando de la inercia térmica. La inercia térmica es la dificultad que ofrece un cuerpo a cambiar su temperatura, y se obtiene cuantificando su masa térmica.

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Los suelos y paredes compactas y pesadas, construidos con materiales como la piedra, el cemento o el ladrillo, que se calientan lentamente y mantienen durante más tiempo el calor, se pueden emplear como si fueran radiadores de acumulación.

La inercia térmica en la construcción. Qué es y cómo aprovecharla

la-inercia-termicaEsta característica hace que algunos materiales de gran inercia térmica su utilicen en la construcción de edificios que pretenden ser térmicamente muy estables. Es decir con variaciones de temperatura muy pequeñas en grandes intervalos de tiempo.

Porque los espacios con gran masa térmica son térmicamente muy estables. Es el caso de los sótanos,  bodegas o cuevas, que cuanta más  tierra lo rodean, mayor es su inercia térmica, lo mismo sucede en  iglesias o catedrales antiguas , donde el espesor de los muros es suficientemente importante.

Las estrategias bioclimáticas utilizan la inercia térmica de los materiales y consiguen crear espacios que acumulan el calor durante el día y lo van desprendiendo poco a poco durante la noche, son espacios que no se ven afectados por los bruscos cambios de temperatura exterior.

Cuando hablamos de cerramientos homogéneos formados por una sola capa, nos bastaría saber la inercia térmica del material que compone dicho cerramiento para hacernos una idea de la resistencia de este a variar su temperatura a lo largo del tiempo. Pero en la mayoría de las ocasiones, los cerramientos están compuestos por varias capas donde los materiales de mayor inercia térmica se encuentran situados en las caras exteriores, el calor se acumula en estas capas, pero es expulsado hacia el exterior,  ya que al  interior solemos incorporar aislamientos térmicos.

En conclusión, el aprovechamiento de la inercia térmica de muchos cerramientos actuales es muy reducida. La manera de solucionar esto, sería colocando los aislamientos al exterior.

Un ejemplo práctico de este concepto sería el diseño de una estancia cuyo uso va ser una hora al día y necesitamos calentarla. En este caso, buscaríamos un material hacia el interior que se calentase rápidamente, y colocaríamos un material aislante  inmediatamente  después. Evitaríamos que el material con mayor inercia térmica captase calor, ya que tardaría mucho en absorberlo y mucho en volverlo a ceder. De tal forma que para calentar una habitación de muros de piedra de 60cm de ancho tendríamos que empezar a calefactarla un día antes.

Sin embargo, si lo que buscásemos es un calentamiento continuado en el tiempo, no nos importaría tardar en calentar dicha estancia, ya que dispondríamos de muchísimo más tiempo pará que los muros cedieran calor al interior gracias a su inercia térmica. En este caso colocaríamos los aislamientos térmicos al exterior.

Otro concepto importante es la rapidez con la que determinados materiales ganan o ceden calor, para el  diseño bioclimático es muy importante tener en cuenta esta variable. En posteriores artículos hablaremos de la efusividad y de la difusividad térmica.

La inercia térmica parte I. La inercía térmica

La inercia térmica parte II. Difusividad y efusividad térmica

®redactado por equipo editorial de construcción.vilssa

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La inercia térmica en la construcción. Qué es y cómo aprovecharla