El zoco de las ciudades árabes y los mercados de las ciudades cristianas
El zoco de las ciudades árabes y los mercados de las ciudades cristianas. Cuando hablamos del zoco, inmediatamente lo relacionamos con los mercados de los países árabes. La palabra zoco es a la lengua árabe lo que el mercado es a la lengua castellana. Se trata de un lugar donde se intercambian mercancías, bien de manera permanente o bien de manera esporádica (una vez a la semana, una vez al mes, etc…)
El zoco y el mercado pueden estar dedicados a multitud de mercancías o estar especializados por oficios, así pues tenemos por ejemplo en Marrakech, el zoco Souk Chouari dedicado a la cestería, el zoco Souk Haddadine dedicado al hierro, etc… Aquellas mercancías insalubres o peligrosas solían situarse en lugares alejados del centro, en ocasiones los zocos de ganado o incluso a veces de verduras y frutas, por tratarse de productos que traían los campesinos del campo cercano, se solían situar extramuros alejados del centro.
De dónde surgen los zocos de las ciudades árabes y los mercados de las ciudades cristianas.
Los zocos de las ciudades árabes y los mercados de las ciudades cristianas. Las ciudades son un centro de intercambio social y económico, a ella acudian diariamente campesinos y los habitantes de las tierras de alrededor, convirtiéndose en centros neurálgicos de toda una región. Tras la caída del imperio romano, muchas ciudades vivieron épocas de decadencia. Durante el dominio romano, el comercio, así como el resto de actividades propias de una ciudad, se encontraban perfectamente reguladas por los administradores de una gran región, pero en la época medieval, el poder centralizado se diluyó en organizaciones más locales, convirtiéndose la ciudad en auténticos núcleos de poder tanto económico, político o social, llegando a rivalizar entre ellas por cuestiones económicas y territoriales, siendo el derecho a la organización de mercados y ferias una cuestión de suma importancia para las ciudades.
Los zocos árabes y los mercados cristianos tienen su origen en estas ciudades medievales, los intercambios de mercancías se realizaban generalmente alrededor de un lugar significativo dentro de la ciudad y que a la vez pudiera albergar gran cantidad de personas, estos lugares eran lo que conocemos como plazas, que muchas veces se organizaban alrededor de una iglesia en las ciudades cristianas o de una mezquita en las ciudades árabes. Estas plazas solían tener una forma irregular, y muchas veces eran fruto del ensanchamiento de una calle o de un cruce de caminos. Muchas ciudades crecieron alrededor de la plaza, como centro neurálgico, social y administrativo.
Los mercados necesitaban espacios amplios y es por ello que se situaron en grandes plazas, con el paso del tiempo, algunas de estas plazas se regularizaron en las ciudades cristianas influenciadas por los ideales del renacimiento, mientras que en las ciudades árabes, con un urbanismo mucho más orgánico, las plazas a veces quedaban diluidas en la trama urbana.
El mercado se adaptó a la nueva forma de la ciudad, y en muchas ciudades europeas, los mercados empezaron a surgir dentro de plazas rectangulares perfectamente ordenadas, convertidas posteriormente en edificios que han llegado incluso hasta nuestros días. Pero la actividad comercial muchas veces no se reducía a la propia plaza sino que se trasladaba a las calles aledañas, apareciendo barrios de artesanos especializados por oficios.
Este origen de los mercados unido al nacimiento y evolución de las plazas es común a los zocos de las ciudades árabes. La principal diferencia reside en los distintos modos de crecimiento de las ciudades cristianas y las ciudades árabes, mientras que en las primeras se impuso cierto orden urbano, las segundas han mantenido un urbanismo más orgánico hasta nuestros días. Los zocos, o zonas de mercados, se caracterizan en la ciudad árabe por estar definidos por calles estrechas, irregulares, callejones y callejuelas, fruto de un crecimiento de la ciudad menos regular que el de las ciudades europeas. Y es esta característica, es la que hace diferente, singular y especialmente atractivos a los zocos en la actualidad.
Los zocos se impregnan de un carácter romántico, su imagen medieval, donde la relaciones comerciales entre el vendedor y el comprador son todavía muy dinámicas y flexibles, nos evoca a tiempos pasados, de hecho, muchas ciudades europeas han recuperado la tradición de realizar mercados semanales, mensuales o anuales, que incluso decoran con motivos medievales, y que son muy parecidos a los zocos que podemos ver en ciudades como el Cairo, Marraketch o Estambul.
Pero los zocos son también unos lugares tremendamente interesantes desde el punto de vista de las relaciones sociales, son el lugar de intercambio, lugares donde nos relacionamos con el resto de ciudadanos, donde fluyen las ideas y se desatan las pasiones. En nada se diferencian de los grandes centros comerciales de las nuevas ciudades, salvo en la reglas que lo rigen, en los zocos prima la relación entre las personas, la tradición y la costumbre, las flexibilidad y el orden dinámico, en los grandes centros comerciales, cuyo origen se encuentra en las culturas protestantes del norte Europa y América del Norte, la reglas son claras, bien definidas y no dejan lugar a la improvisación.
Es curioso como hoy nos resulta atractivo ver puestos callejeros con productos apilados, sin etiqueta y sin envasar, cada puesto diferente aunque venda la misma mercancía. Con precios a veces no definidos y en lugares donde se mezclan colores, sabores, y colores. Eso define hoy a un zoco.
Fotos: Primera foto: Autor Jesús Abizanda, Segunda foto: Miguel C.
El zoco de las ciudades árabes y los mercados de las ciudades cristianas
De dónde surgen los zocos de las ciudades árabes y los mercados de las ciudades cristianas.