Alternativas al uso del petróleo
Es indudable que el uso del petróleo ha facilitado el desarrollo acelerado de nuestra sociedad a todos los niveles, mejorando la calidad de vida de las personas y poniendo al alcance de todos herramientas y productos que de otra forma ni siquiera podríamos soñar. Cosas tan sencillas y cotidianas como una simple bolsa de plástico son posibles gracias a los derivados del oro negro, y aunque muchos puedan pensar que sin él viviríamos mejor, lo cierto es que si no dispusiéramos de esta preciada materia prima, muchas de las cosas que hoy en día hacemos serían imposibles.
Pero lo cierto es que el petróleo es un recurso limitado y su procesamiento es altamente contaminante debido a la generación de gases que son expulsados directamente a la atmósfera y que no pueden ser reciclados de forma eficiente por esta, lo que la naturaleza tardó millones de años en producir nosotros lo transformamos en menos de un siglo. Esto hace que nos enfrentemos al reto más importante de nuestra civilización: como sustituir una fuente de energía tan económica y eficiente como el petróleo.
Cuales son las alternativas que existen hoy en día al uso del petróleo y derivados
Veamos algunas alternativas al uso del oro negro, aunque no todas ellas sean viables a corto o medio plazo, suponen sin duda un nuevo camino que debemos explorar.
Transporte: En el mundo del transporte, el petróleo se usa en sus distintos productos derivados como fuente de energía para automóviles, barcos, aviones y locomotoras diesel.
Automóviles: El sector del automóvil es el que más avances ha logrado en el camino de encontrar energías alternativas. La vía más prometedora es el vehículo eléctrico, logrando en estos últimos años avances muy significativos, tanto en vehículos de dos ruedas, como en vehículos de 4 ruedas:
Coches eléctricos:
La familia de coches eléctricos y de híbridos (coches que alternan el motor de combustión y las baterías eléctricas) crece a un ritmo espectacular y en menos de diez años han pasado de ser simples prototipos a convertirse en alternativas factibles a la hora de comprar un coche. Veamos por ejemplo, uno prototipo de hace algunos años:
El i-road electric, con una potencia de 4kw y una velocidad de 45km/h es un vehículo versátil pensado para moverse por ambientes urbanos.
El i-road-electric pertenece a una familia de vehículos que ya podemos ver hoy en día por las calles de nuestras ciudades e incluso por las carreteras recorriendo largas distancias. Su principal característica es que la fuente de energía que mueve el motor es eléctrica y se acumula en baterías que necesitan ser recargadas en puntos de abastecimiento. El gran problema es que la energía eléctrica puede producirse a partir de varias fuentes, entre otras la combustión de carbón, lo que a la larga puede suponer un problema.
Existen prototipos de vehículos eléctricos que obtienen la energía de placas solares, es decir, directamente del sol:
El phylla, un coche que se mueve con placas solares. Dentro de los coches eléctricos disponemos de prototipos que se basan en la tecnología de la energía solar para alimentar las baterías, aunque no se comercializan por el momento, pueden suponer en un futuro la solución definitiva al transporte por carretera. El phylla puede alcanzar los 130km/h y puede tener una autonomía de hasta 200km, aunque claro todo dependerá de las condiciones ambientales.
Como tercera alternativa dentro del mundo del automóvil, tenemos los motores híbridos a base de hidrógeno. El hidrógeno es una fuente de energía sostenible, abundante y no contaminante, pero tecnológicamente, todavía no sabemos muy bien como tratarla. Aún así existen ejemplos de motores y calderas que usan el hidrógeno como complemento para mejorar la eficiencia de los sistemas de combustión. Quien sabe si en un futuro cercano podremos disponer de motores de hidrógeno en nuestros coches.
El transporte aéreo:
Si en el mundo del automóvil podemos hoy por hoy encontrar vehículos eléctricos recorriendo silenciosamente las calles, en el mundo del transporte aéreo todavía no hay ningún avión capaz de competir con los grandes aparatos de turbinas a reacción.
Pero eso no significa que no existan proyectos que abren nuevas vías, por ejemplo el famoso Solar impulse, impulsado por la energía captada por grandes paneles solares en sus alas y que ha sido capaz de dar la vuelta al mundo, eso si a una velocidad media de 90km/h.
El mundo de la aviación puede que diste mucho de ser un sector ecológicamente sostenible, aunque el uso de motores de hidrógeno puede ser una alternativa a medio plazo, hoy por hoy es difícil plantear nuevos aparatos capaces de superar la velocidad y capacidad de carga de los grande aviones movidos por turbinas de reacción.
Transporte marítimo: Sólo hay una energía alternativa al petróleo para mover los grandes buques y es la energía nuclear, pero como sucede en otros campos, el gran problema de la energía nuclear es cómo gestionar sus desechos y como garantizar la seguridad, estos dos aspectos conforman la piedra angular de la energía nuclear.
Fuentes de energía alternativas para la producción de calor.
El otro gran sector energético basado en el petróleo es el que tiene que ver con la producción de energía termoeléctrica, bien para obtener electricidad o directamente calor para calentar los hogares.
Las centrales termoeléctricas son aquellas que utiliza o bien el carbón, el gasóleo o el gas natural para producir energía eléctrica que posteriormente es utilizada para transformarla en luz, movimiento, calor, etc… De hecho, un coche eléctrico puede nutrirse de la energía generada a partir del petróleo, lo que no deja de ser una pequeña paradoja.
Alternativas a las centrales termoeléctricas.
Centrales hidráulicas y energía eólica , tanto la energía producida por el movimiento de molinos gracias al viento como la energía producida por la fuerza del agua al mover turbinas en las centrales hidroeléctricas, compiten a primer nivel con las centrales termoeléctricas, e incluso, en muchos países la superan desde el punto de vista de la eficiencia.
En segundo lugar, y aunque mucho más eficiente que cualquier central termoeléctrica tenemos las centrales nucleares, pero como ya hemos comentado anteriormente, el gran problema de la energía nuclear es la gestión de residuos radiactivos y la seguridad de la propia central.
Por último citamos la energía solar fotovoltaica. Sin duda, potencialmente la más eficiente de todas. Pero hoy por hoy, nuestras tecnologías todavía no son capaces de obtener grandes rendimientos que puedan competir con otro tipo de fuentes de energía.
Las calderas domésticas para calefacción:
A nivel cotidiano, la producción de calor para calentar nuestras casa supone un gasto enorme desde el punto de vista energético. De todas los campos que hemos visto hasta ahora, este es el que sin duda nos ofrece alternativas más viables, de hecho, se podría decir que el uso del petróleo o el gas natural para la calefacción es una opción poco recomendable desde todos los puntos de vista, incluido el de la inversión económica.
Geotermia y aerotermia. Ambos sistemas se utilizan como complemento a la energía eléctrica para producir calor, es decir, aprovechar el calor de la tierra o el aire para disminuir el aporte energético que debemos emplear para calentar un fluido que es el que nos da finalmente calor. Son sistemas eficientes, baratos y directamente nada contaminantes.
Biomasa. Se trata de un sistema que utiliza desechos orgánicos para producir calor mediante combustión, no es una energía 100% sostenible y puede ser muy discutida desde muchos puntos de vista ya que al final la materia prima no es ilimitada y en muchos casos hasta podría suponer un problema medioambiental si este tipo de energía se extendiese a nivel global. Pero en todo caso, se trata de una alternativa muy interesante al uso del gas natural o del gasóleo para las calderas térmicas.
Energía solar térmica. Este tipo de energía es la más barata y sostenible, aunque quizás no es la más eficiente, ya que esta limitada por ciertos condicionantes. En ciertas condiciones supone el 100% de la energía empleada para calentar agua de uso doméstico, y puede llegar a suponer un buen complemento a la calefacción, aunque no llega a sustituir al 100% otras fuentes de energía.
Existen otras alternativas al uso del petróleo como fuente de energía, y estas que os hemos citado son sólo los ejemplos más comunes. Por otro lado no hemos hablado del uso del petróleo como materia prima en la obtención de todo tipo de plásticos, un campo donde las alternativas son menos viables pero que también nos va a obligar a encontrar nuevos caminos en un futuro cercano.
Alternativas al uso del petróleo
Cuales son las alternativas que existen hoy en día al uso del petróleo y derivados