Las lonjas de pescado, lugares con encanto ya olvidados
Las lonjas de pescado, lugares con encanto ya olvidados. La lonja es un lugar público (lo que no significa que sea de acceso abierto) donde se reúnen los comerciantes para cerrar sus tratos de compra-venta de distintos productos. Según la real academia de la lengua española, una lonja puede ser también una tienda donde se vende cacao, azúcar y otros géneros.
En definitiva, una lonja es un espacio dedicado a la reunión de comerciantes que pretenden intercambiar sus productos. Las lonjas, en algunos lugares de España como el País Vasco o en La Rioja, eran términos que se utilizaban para referirse a locales comerciales de todo tipo, sin embargo, en la gran mayoría de los sitios, la lonja ha sido un lugar público en el que se cerraban tratos comerciales, de hecho, algunos edificios dedicados a bolsas de valores son también conocidos con este término, quizás por haberse dedicado en su principio para funciones propias de las tradicionales lonjas.
Qué son las lonjas. Las lonjas de pescado, lugares tradicionales de subastas de la pesca del día
Las lonjas de pescado, lugares con encanto ya olvidados. Sin duda, una de las lonjas más conocidas es la dedicada al comercio de pescado, donde era habitual el intercambio de productos mediante la subasta denominada holandesa, o también llamada subasta alemana, en la que se partía en principio de un precio muy elevado que se iba reduciendo poco a poco hasta que algún comprador paraba la subasta.
Los barcos que llegaban con su cargamento fresco, lo trasladaban directamente desde el muelle hasta el edificio de la lonja, un edificio que a menudo era propiedad de la cofradía de pescadores y donde se realizaban las subastas de pescado al público. Hasta hace poco tiempo, las lonjas eran edificios públicos cuyo acceso no estaba restringido y cualquier ciudadano podía acudir a presenciar las estresantes subastas de pescado, incluso, quién sabe si a comprar algo de género a buen precio. Sin embargo, hoy en día es difícil encontrar lonjas abiertas al público en general, ya que la mayoría son espacios de acceso restringido a los que solamente pueden acceder los pescadores y los comerciantes acreditados.
Muchas lonjas son monumentos arquitectónicos de un valor incalculable, construidos por arquitectos de renombre en su época y que han llegado hasta nuestros días como ejemplo de una gloria pasada. Por ejemplo la lonja de Sevilla es uno de ellos. Se trata de un edificio que centralizaba todo el comercio de América con España desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, y en el que se cambiaban todo tipo de productos. Se trata de un edificio de estilo renacentista construido por el famoso arquitecto Juan de Herrera y que ha sido declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en el año 1987 y que hoy alberga el archivo general de las Indias.
Pocas son las lonjas en las que hoy puedes vivir el trasiego de pescadores y comerciantes buscando el mejor precio de compraventa, una de estas lonjas es la lonja del pequeño pueblo de Muros, en A Coruña, un edificio de poco valor arquitectónico, pero en cuyo interior se desarrollan todas las tardes la subastas del pescado descargado horas antes en el puerto. Esta pequeña lonja permite el acceso a todo el público. Incluso podrás comprar pescado a buen precio en los pequeños puestos que se localizan a lado del muelle.
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