La importancia de una buena fosa séptica.
La importancia de una buena fosa séptica. Qué es una fosa séptica. Una fosa séptica es un sistema de saneamiento individual que sustituye a los sistemas colectivos de evacuación de aguas residuales en aquellos lugares donde estos no existen. Ya desde muy antiguo, en las grandes ciudades, una de las mayores preocupaciones en el urbanismo ha sido la realización de sistemas de evacuación de aguas con el fin de evitar los grandes problemas que surgen desde el punto de vista sanitario cuando existe una acumulación de aguas grises.
La ejecución de los sistemas de saneamiento en las ciudades corre a cargo de la administración pública, sin embargo, en muchas ciudades estos sistemas son precarios o incluso inexistentes y se recurre a la tradicional fosa séptica o pozo negro. La fosa séptica es un pozo que filtra las aguas residuales hacia el terreno, y que dependiendo de su complejidad, puede ser más o menos efectivo.
Las fosas sépticas son una alternativa obligada en los lugares en los que no existe una correcta red de saneamiento público
El gran problema de los sistemas de evacuación de aguas a base de fosas sépticas individuales es que se corre el riesgo de contaminar los acuíferos naturales, ya que se produce una sobre acumulación de residuos que el propio terreno no es capaz de asimilar o depurar y terminan filtrados en ríos o lagos cuya agua es posteriormente utilizada para el uso doméstico.
Las fosas sépticas pueden ser de muchos tipos, y en los lugares menos desarrollados, consisten simplemente en un pozo realizado a partir de bloque de hormigón, ladrillo, o incluso un simple agujero en el terreno al que se vierten las aguas de un edificio o de una vivienda. Estos pozos, en muchos casos no poseen ningún registro para poder ser limpiados debidamente y tampoco están diseñados de forma correcta, siendo en la mayoría de las veces, simples depósitos de acumulación de residuos que no se limpian nunca.
La importancia de una buena fosa séptica. Existen muchos tipos de fosa séptica, dimensionadas en función al número de usuarios de un edificio y del nivel de necesidad de depuración de las aguas. Su precio, naturalmente, varía en función de esa complejidad y por lo tanto a la hora de dimensionar una fosa séptica tenemos que tener en cuenta las siguientes variables:
- -Número de usuarios
- -Nivel de contaminación de las aguas residuales.
- -Uso del edificio.
Con estas tres variables dimensionaremos la fosa séptica, prestando siempre especial atención al sistema de depuración, ya que cuando el edificio es mayor a una vivienda unifamiliar es conveniente disponer de fosas con más de dos compartimentos en los que se asegure una perfecta depuración y descomposición de la materia orgánica para que no se produzcan vertidos indeseados al terreno.
Tipos de fosa séptica:
De forma genérica podemos dividir las fosas sépticas en grupos dependiendo del material de construcción y en grupos dependiendo del número de compartimentos en los que está dividido la fosa.
El material de una fosa séptica.
En principio, una fosa séptica puede estar realizada en cualquier material: puede ser una fosa séptica prefabricada o ejecutada in situ. Dependiendo del lugar donde vivas, resultará más económica una u otra, aunque es aconsejable recurrir a fosas sépticas prefabricadas, ya que es más sencilla su instalación, tienen mejor mantenimiento y son mucho más efectivas. Por otro lado, en la mayoría de los casos, las fosas sépticas prefabricadas son mucho más baratas que las fosas sépticas ejecutadas in situ, pudiendo encontrar fosas por menos de 1000 € para viviendas unifamiliares de no más de cuatro ocupantes.
El número de compartimentos de una fosa séptica.
Una fosa séptica consta de distintos compartimentos en los que se producen las distintas fases de la depuración de las aguas residuales: fundamentalmente existen dos partes en una fosa séptica : el decantador y el digestor, en el primer compartimento se produce la separación de la materia orgánica de las aguas residuales y en el segundo compartimento se produce la descomposición de la materia orgánica y posterior depuración del agua.
Fosas sépticas de tres o más compartimentos, en este tipo de fosas el proceso de depuración es mucho más complejo, pudiéndose incluso, incorporar reactivos biológicos que ayudan a la descomposición bioquímica de la materia orgánica, logrando de esta forma una depuración mayor de las aguas residuales. Este tipo de fosas son mucho más caras que las fosas de dos compartimentos y se utilizan cuando se necesita depurar el agua de edificios con muchos ocupantes.
En el caso de una vivienda unifamiliar, es suficiente una fosa séptica prefabricada con dos compartimentos: un decantador y un digestor, un sistema de registro para que la fosa pueda ser limpiada, por lo menos, una vez al año en el caso de viviendas de cuatro o más ocupantes, y si es posible, sistemas de filtros y tamices que ayuden a la depuración de las aguas, y en algunos casos más excepcionales, un separador de grasas previo a la fosa.
Cuáles son los componentes de un sistema de depuración de aguas mediante fosa séptica
Un sistema de fosa séptica se compone por lo menos de dos elementos, la fosa propiamente dicha, y por otro lado un pozo de drenaje al que se vierta el agua depurada desde la fosa y que es el encargado de filtrar el agua al terreno. Este pozo tiene que tener unas dimensiones suficientemente grandes como para poder absorber todo el volumen de agua que proceda de la fosa séptica , y además, tenemos que asegurarnos de que el sistema de drenaje es capaz de filtrar el agua al terreno, es decir, el terreno sobre el que se apoya el pozo drenante tiene que ser suficientemente permeable para poder filtrar el agua, ya que de lo contrario, se producirá un desbordamiento del mismo.
El mantenimiento de un sistema de fosa séptica.
Resulta tan importante el sistema de fosa séptica como el mantenimiento de la misma, sobre todo cuando nuestra fosa es de pequeñas dimensiones y sólo dispone de dos compartimentos. El Mantenimiento de una fosa séptica debe consistir en:
-Limpieza de la misma cada uno o dos años dependiendo del uso.
-Asegurarse de que el pozo de drenaje no se desborda debido a saturaciones de agua.
-Intentar no verter materiales como papel, compresas, tampones, etc.... a la red de saneamiento, ya que la descomposición de estos es muy compleja y pueden llegar a saturar la red.
-Asegurarse de que el vertido final del agua depurada no se filtra hacia acuíferos, ríos o lagos, sino que se filtra en el propio terreno.
-Cada cierto tiempo, en un periodo no mayor de cinco años, revisar el estado de las paredes de la fosa séptica y realizar controles de contaminación de los residuos generados.
-Procurar siempre que exista un registro accesible para que un equipo de bombeo pueda vaciar y limpiar la fosa séptica cuando sea necesario. Es decir, no colocar la fosa séptica al final de la parcela y rodeada de árboles que impedirán el acceso a la misma.
-No plantar árboles cuyas raíces puedan dañar con el tiempo las paredes de la fosa séptica.
La importancia de una buena fosa séptica.
Las fosas sépticas son una alternativa obligada en los lugares en los que no existe una correcta red de saneamiento público