Fachadas vegetales

Fachadas vegetales. En esta breve reseña vamos a hablar de las fachadas vegetales, que algunos llaman fachadas de plantas. En principio las fachadas vegetales son todas aquellas que tienen parte o toda su superficie cubierta por algún tipo de vegetación.

Existen tres aspectos fundamentales que debemos considerar a la hora de decidirnos por diseñar una fachada vegetal en nuestros edificios.

Fachadas vegetales, qué son y qué ventajas e inconvenientes presentan las fachadas vegetales

Por un lado tenemos que tener en cuenta que una fachada vegetal conlleva un mantenimiento totalmente diferente del mantenimiento de una fachada convencional. No sólo es necesario considerar el mantenimiento de la propia vegetación de la fachada, es decir, riego, insecticidas, podado etc… también hay que tener presente el mantenimiento del soporte, sobretodo si se parte de materiales porosos o susceptibles de captar y absorber humedades, y por consiguiente facilitar la aparición de mohos. 

El tipo de vegetación. En la mayoría de los casos en los que las fachadas vegetales han fracasado, la razón fundamental deriva del tipo de vegetación utilizada, que unido a un diseño equivocado han provocado que en poco tiempo la vegetación se seque o en el mejor de los casos, o que su mantenimiento se convierta en algo totalmente inasumible. El tipo de vegetación de las fachadas vegetales tiene que estar en consonancia con el clima de la zona, el tipo de vegetación autóctono y sobretodo con la condiciones a escala del edificio, es decir, orientación de la fachada, temperatura, etc…

Eficiencia energética. Actualmente el concepto de eficiencia energética se está convirtiendo en un condicionante imprescindible a la hora de proyectar nuestros edificios. Algunos sólo ven el ahorro económico, aunque muchos ven más allá y plantean conceptos de sostenibilidad y equilibrio energético en un mundo donde sabemos que nada es infinito. Las fachadas vegetales pueden aportar una serie de beneficios y ventajas como sistemas pasivos para la mejora de eficiencia energética de nuestros edificios. Las fachadas vegetales pueden servir como aislamiento térmico, control de la humedad o regulación de la temperatura.

Tradicionalmente se ha utilizado la vegetación para aislar elementos como la cubierta. En las casas de troncos de los países nórdicos era frecuente encontrar cubiertas vegetales (por ejemplo musgos) que servían para aislar e incluso impedir la entrada de agua. Aprovechar estas ventajas en una fachada puede suponer un beneficio incalculable para nuestros edificios.

®redactado por equipo editorial de arquitectura.vilssa