El palacio de la granja de San Ildelfonso
El palacio de la granja de San Idelfonso. El palacio Real de la granja es una obra grandiosa del siglo XVIII español, con un toque europeo que la diferencia del resto de la arquitectura española de la época. Se comenta que constituye un recuerdo de Francia por parte de Felipe V, que añoraba la corte de Versalles, aunque el Real sitio de la granja se relaciona más con lo pintoresco de las residencias de los príncipes alemanes y las villas italianas.
El palacio Real de la granja tiene varias fases constructivas, la primera de ellas data del año 1721, en la que el rey Felipe V tan sólo deseaba construirse un pequeño Yuste para su retiro. Un proyecto con una modesta habitación junto a la hospederías Jerónimas ya existentes, cuyo claustro, el patio de la Fuente, constituye el centro del palacio.
El palacio de la granja de San Ildelfonso y sus jardines con sus espectaculares fuentes
Las obras se le encargaron a Teodoro Ardemans, arquitecto del palacio Real de Madrid. Todo sucede conforme a los planes del primer Borbón y en enero de 1724 se retira con Isabel de Farnesio a su Yuste particular. Pero tras la muerte de su hijo el rey Luis I, Felipe V tiene que regresar al trono y será en este segundo periodo cuando el Real sitio adquiera un gran esplendor y su auténtico carácter europeo.
Pero será durante el reinado de Carlos III cuando el palacio configure su forma definitiva, todo a causa de la intervención del rey arquitecto en la ordenación del sitio de San Ildefonso. En los últimos años del siglo XVIII, en el siglo XIX y principios del siglo XX el Palacio será testigo de acontecimientos trascendentales en la historia de España, como el tratado de San Ildefonso de 1796 con Francia, la firma por parte de Fernando VII de la ley por la cual accedía al trono Isabel II. Además de la luna de miel de Alfonso XIII y doña Victoria Eugenia, en el Real sitio de la granja se produce el nacimiento de Juan de Borbón.
El acceso al palacio se realiza por la puerta de Segovia, con una verja de hierro del año 1774. Hasta el año 1918 el palacio de San Ildefonso resultaba una de las residencias más suntuosas de Europa, pero en ese año sufrió un incendio que destruyó sus techumbres y afectó a la planta noble.
Del exterior, merece especial atención la fachada que da a los jardines, su imagen destaca entre la austeridad del resto de palacios españoles. Tiene un cuerpo central saliente flanqueado por cuerpos laterales y coronado por un ático repartido en tres espacios.
Esta fachada fue obra de los arquitectos Juvara y Sachetti, quienes se ocuparon también de la decoración interior de las dependencias. También intervinieron los italianos Procaccini y sus discípulos Sani y Subisati. No obstante, muchos de los tesoros pictóricos del palacio están ahora en otros lugares, sobre todo en el museo del Prado.
El patio de la Fuente constituye hoy el antiguo claustro de la hospedería Jerónima. La Colegiata de San Idelfonso es el núcleo fundamental y su cúpula coronada por una cruz caracteriza su silueta. La visión exterior de la Colegiata es una composición barroca impresionante, con su abside, su gran cúpula y las dos torres que la flanquean. Parece que el primer proyecto fue de Ardemans y que Sabatini dirigió la decoración interior. La planta es de cruz latina.
Pero capítulo aparte merecen los jardines, su modelo es el jardín italiano, con gran trivialidad y con actores de piedra o metal que representan escenas de la mitología. En los jardines destacan grandiosas fuentes, entre ellas las más importantes son: la gran cascada, en cuya cima está la fuente de las tres gracias, la de la selva, la de la comuna, la carrera de caballos, o la de Neptuno, tal vez la más hermosa del parque.
La obra maestra del jardín es el parterre de la fama, con una bella disposición de cuadros de flores y abundancia de estatuas y jarrones adornando todo el conjunto.
@redactado por equipo editorial de urbanruta
El palacio de la granja de San Ildelfonso
El palacio de la granja de San Ildelfonso y sus jardines con sus espectaculares fuentes