Cómo elegir las calidades de los materiales en una reforma
Cómo elegir las calidades de los materiales en una reforma
Hoy vamos a hablar de cómo elegir los materiales que podemos elegir en una reforma integral . Porque de las calidades depende el presupuesto final de la obra, así como el mantenimiento futuro de nuestra casa.
Para que este artículo te sirva de ayuda vamos a dividir los distintos materiales que se suelen utilizar en las reformas de la mayoría de las viviendas en varios grupos. No vamos a tratar el tema de las instalaciones, ya que por lo general, los materiales utilizados en los distintos conductos, tuberías y cableados suelen ser de calidades similares.
Consejos para elegir los materiales a usar en una reforma integral
Los suelos. Existen muchos tipos de suelos en el mercado cuando buscamos solar nuestra vivienda, los más utilizados hoy en día son, por un lado los suelos cerámicos, y por otro, los suelos de madera o mejor dicho, los suelos laminados.
Los suelos cerámicos. Los suelos cerámicos puede ser de distintas calidades dependiendo del tipo de barro que se emplee en su elaboración, siendo el más común el gres. El gres es un tipo de barro muy resistente y de mayor durabilidad que la arcilla cocida, lo que lo convierte en el material perfecto para solados.
Dentro del grupo de baldosas de gres tenemos distintas calidades, siendo los más caros, las baldosas de gres rectificado, cuyos bordes son casi perfectos y por lo tanto la unión entre distintas piezas se realiza a tope, sin necesidad de verter posteriormente lechada en las juntas.
Si optamos por un suelo cerámico, te aconsejamos las baldosas de gres esmaltado para interior, y dependiendo de tu presupuesto, elegir entre una baldosa de calidad media o una rectificada, aunque la calidad y durabilidad es muy similar.
Suelos de piedra natural. Otra de las opciones a la hora de elegir el material para el suelo es la piedra natural, menos popular que el gres o la madera por su mayor coste.
Cuando hablamos de la relación calidad precio de las piedras naturales, nos encontraremos que la calidad es siempre muy buena y lo que hace variar el precio es el tipo de piedra y su disponibilidad. La durabilidad y el mantenimiento, aunque con matices, es similar en todas las familias de piedras, así que en este caso, la elección va a depender más de nuestros gustos y nuestro bolsillo.
Por último y por si alguien se lo está preguntando. ¿Qué sucede si utilizas piedra o cerámica en el solado cuando vamos a instalar un suelo radiante?. Pues la respuesta es que no tienes porque preocuparte por la calidad de la piedra o la cerámica porque esta no va a influir significativamente en la eficiencia de la calefacción, ya que estamos hablando de materiales de gran densidad que se comportan de forma muy similar, bien sea un mármol, un granito o una baldosa de gres. O dicho de otro modo, ninguna piedra o cerámica se va a dañar por instalar un suelo radiante debajo.
Los suelos de madera. Para no convertir este artículo en una tesis, vamos a dejar a un lado los suelos de madera natural: tarimas o parqués. Sólo decir que son caros y de un mantenimiento más costoso que los modernos suelos laminados que imitan la madera y que nos ofrecen distintas opciones dependiendo del uso.
El suelo laminado es un suelo de madera con revestimiento vinílico que imita generalmente el acabado de una tradicional madera natural. En el mercado encontraremos muchas calidades y precios dependiendo de qué necesitemos. Así pues, un suelo de gran calidad, resistente al fuego y a la humedad será más caro que un suelo de gama baja. Por lo tanto, a no ser que tu suelo vaya a ser transitado por un gran número de personas, para una vivienda tipo, nos vale con laminados de calidad media cuyos precios son realmente asequibles, mucho más económicos que la cerámica o la madera natural.
Los paramentos: El alicatado. La mayoría de cosas que hemos comentado para los suelos de cerámica las podemos extrapolar al mundo de los alicatados. Aunque en este caso añadimos un nuevo tipo: el tradicional azulejo.
Cuando hablamos de azulejos nos referimos a una cerámica de menor resistencia que el gres, un barro más frágil una vez cocido, y por lo tanto, hoy en día solo apto para paramentos verticales. El precio de un azulejo es muy inferior al de un gres, aunque su fragilidad es mucho mayor. La gran ventaja es que no suele ser necesario colocar en paredes materiales muy resistentes a golpes, así que el azulejo es una buena opción cuando nuestro presupuesto no es muy alto. Y dentro del grupo de azulejos, los más baratos son los esmaltados en blanco.
Las puertas. Nos centraremos sólo en las puertas de madera, porque en el interior de las viviendas no es frecuente encontrar puertas de otros materiales como el aluminio o la chapa. Tradicionalmente, en nuestras casas, colocamos puertas de madera que en ocasiones pueden tener partes de vidrio. Respecto a las distintas calidades de las puertas podemos encontrarnos con puertas chapadas y puertas de madera maciza. Y respecto al acabado, generalmente podemos optar por puertas pintadas o lacadas y puertas barnizadas que resaltan la veta de la propia madera. Y como opción económica, tenemos las puertas chapadas con melamina imitando distintos tipos de madera.
Si nos preocupa la durabilidad, hoy en día podemos asegurar que la mayoría de las puertas tienen un alto nivel de acabado. La gran diferencia es que las puertas chapadas, cuando sufren algún desperfecto, necesitan rechaparse por completo, mientras que las puertas de madera natural necesitan masilla o rebarnizados. Desde el punto de vista económico, cuando una puerta chapada se deteriora, casi es más rentable comprar una nueva, sin embargo, en el caso de puertas de madera maciza, es aconsejable repararlas.
La elección es una cuestión de gustos, porque hoy en día, cualquier puerta chapada se construye con altos estándares de calidad y no tienen nada que envidiar a las puertas de madera maciza, salvo, claro está, la nobleza de estas últimas.
Las ventanas. Si lo que nos preocupa es la calidad, en el caso de las ventanas, la cosa se complica bastante. La calidad si es determinante a la hora de elegir una ventana, ya que la diferencia entre unas y otras se traduce no sólo en un evidente diferencial de coste, sino en unas mejores o peores prestaciones desde el punto de vista del aislamiento térmico y acústico.
El aislamiento de una ventana depende del marco y del vidrio, siendo las más aislantes y a la vez más caras, las ventanas de marcos con rotura de puente térmico o fabricados con pvc y con acristalamientos dobles (el acristalamiento triple en climas templados es innecesario). Una ventana de gran calidad es una inversión que supondrá un ahorro en la factura de calefacción, así que, sin duda, cuando hablamos de las calidades de los materiales de una reforma, tenemos que prestar especial atención a las carpinterías exteriores.
Y por último, hablemos de las calidades de las pinturas. Cuando pintamos tenemos dos opciones, pintura al temple (soluble en agua) o pintura plástica (pintura con aceites), entre ambos extremos hay un gran abanico y nomenclaturas así como distintas texturas, las más empleadas son la lisa y el gotelé. No hay una pintura mejor que otra, aunque la pintura plástica es más cara y a cambio nos ofrece una ventaja muy útil frente a la pintura al temple, la pintura plástica permite lavar con agua las paredes y por lo tanto eliminar las posibles manchas que se producen con el tiempo.
Y hasta aquí un resumen de los principales materiales que se suelen utilizar cuando hablamos de reformas de interior. Para aquellos que buscan respuestas sencillas y directas decir que respecto a la calidad de los materiales de una reforma, y por orden de importancia, tenemos que prestar especial atención a la calidad de ventanas, pintura, cerámicos y por último puertas. Si te quieres ahorrar un euro, mejor no lo hagas en las ventanas.
Cómo elegir las calidades de los materiales en una reforma
Consejos para elegir los materiales a usar en una reforma integral