Arquitectura ecológica, fachadas realizadas con algas
Arquitectura ecológica, fachadas realizadas con algas. Existen muchas alternativas hoy en día en la construcción de edificios que se basan en técnicas sostenibles y ecológicas, buscando siempre una mayor eficiencia de las instalaciones y un funcionamiento del edificio mucho más racional y adaptado al entorno, es lo que se conoce en los países del norte de Europa como Passiv hauss o arquitectura bio climática en otros países como España.
El objetivo de este nuevo concepto de construcción y arquitectura no es nuevo, ya que desde antiguo los constructores han sabido aprovechar las ventajas que les ofrecía el entorno, por lo menos hasta la llegada de la revolución industrial, que supuso un cambio radical en los conceptos sociales, formas de entender la ciudad y maneras de construir. En todo caso, hoy en día parece que la tendencia es volver a un sistema constructivo mucho más eficiente, responsable con la naturaleza, y sobre todo, que sepa adaptarse a las condiciones del entorno.
Uso de algas en las ventanas para protegerse de la radicación solar
Arquitectura ecológica, fachadas realizadas con algas. Y en esta línea de investigación, aparecen nuevos sistemas innovadores que buscan incorporar tecnología baratas y sostenibles a la construcción de los edificios. Uno de estos nuevos sistemas es la utilización de algas como protectores solares, funcionando a modo de persianas.
El ejemplo que te mostramos hoy ha sido diseñado por Arup, SSC Strategic Science Consultants y Splitterwerk Architects y recibe el nombre de Bio Intelligent Quotient(BIQ) House y su originalidad reside en el uso de las algas como reguladores de energía.
Las algas se introduce en unos paneles con una solución acuosa que es la que proporciona nutrientes y dióxido de carbono para el crecimiento de las mismas. Los paneles se colocan en las fachadas y permiten su movimiento en función a la orientación solar, actuando de esta forma como parasoles que protegen de la radiación solar directa en verano o que permiten la entrada de luz y de calor en invierno.
Las algas crecen sobre todo en verano, que es cuando los paneles arrojan más sombra al interior del edificio, ayudando de esta manera a mantener una temperatura más agradable. El exceso de calor se acumula en la solución acuosa y se transfiere a tanques de agua salina que están debajo del edificio para su uso posterior.
Cuando hay un exceso de algas, algunas se retiran y pasan a un sistema de procesamiento que las convierte en combustible de biomasa y que puede ser utilizado para producir calor en invierno.
Este edificio ha sido construido en tres años y ha tenido un presupuesto de aproximadamente 5 millones de euros y su objetivo es encontrar formas rentables de construcción en edificios bioclimáticos que sepan aprovechar las energías renovables para aumentar la eficiencia energética global del edificio.
Arquitectura ecológica, fachadas realizadas con algas
Uso de algas en las ventanas para protegerse de la radicación solar