Beneficios de una instalación de suelo radiante refrescante

¿Cómo funciona el suelo radiante refrescante?

 Para conseguir la sensación térmica refrescante en verano, el agua que recorre las tuberías por el suelo se refrigera en unos 14-18 C°. Una temperatura sensiblemente inferior a la temperatura ambiente en período estival, que permite emanar frío y refrigerar la estancia. Misma función pero con temperaturas en el agua caliente de unos 35-40C° serían para su funcionamiento en invierno. Este tipo de instalación es perfectamente compatible con las bombas de calor, un sistema sostenible y eficiente, energéticamente hablando.

¿Qué beneficios tiene una instalación de suelo radiante refrescante?

1. Comodidad durante todo el año: al poder funcionar tanto en frio como en calor, no necesitamos de dos instalaciones diferentes.

2. Fácil instalación: es un sistema que se puede adaptar a cualquier vivienda nueva o usada.

3. Los costes de mantenimiento suelen ser reducidos:para un sistema por refrescamiento, se necesitan equipos capaces de generar frio. Estos son casi exclusivamente las bombas de calor, que al no ser sistemas que utilicen combustibles fósiles, apenas necesitan revisiones. La ley no obliga a realizar inspecciones periódicas, y el mantenimiento en general es mucho menor.

4. Ahorro energético:es una fuente de refrigeración de bajo consumo. Al demandar una menor potencia que otros sistemas para refrigerar, se considera que contribuye al ahorro energético de la instalación. 

5. Funcionamiento silencioso:es una alternativa silenciosa que favorece un reparto uniforme del frío.

6. Ausencia de corrientes de aire:al ser una climatización por superficie radiante, se evitan las corrientes de aire frío. Así, no nos vemos expuestos de forma directa a ellas. Además, al eliminarse el movimiento de aire se evita también el desplazamiento de polvo u otros alérgenos.

7. Más higiene y salud:los sistemas radiantes no utilizan corrientes de aire, por lo que no mueven polvo, ni lo inyectan desde equipos exteriores. Esto favorece la higiene y previene posibles alergias.

8. Libertad de decoración:muchos la definen como “invisible”. Todos los circuitos se hayan debajo de la superficie, por lo que la estética de la instalación no se ve afectada en absoluto.

9. Adaptabilidad: son perfectamente compatibles con múltiples tipos de superficie(parqué, cerámica, mármol, etc.). Eso sí, tenemos que evitar cualquier material que tenga un buen aislante térmico. Sino estaremos perjudicando la funcionalidad de la instalación

¿Sabías que existe un tipo de suelo radiante que es capaz de ofrecer calefacción en invierno y refrigeración en verano? Hablamos del suelo radiante refrescante, un sistema capaz de abastecer a la vivienda de confort de manera eficiente los 365 días del año.

3 aspectos importantes que se deben tener en cuenta para un correcto funcionamiento

1. El sistema tendrá que estar en posición verano, y los termostatos funcionarán con las consignas de confort y reducida que se hayan programado. Para que este modo de funcionamiento sea efectivo, los ciclos de trabajo tienen que ser largos, para que así la vivienda se mantenga fresca. Es importante tener en cuenta que no es posible refrescar la vivienda con ciclos cortos de tiempo, como si fuera aire acondicionado.

2. Es aconsejable controlar el grado de humedad relativa para que no supere el 75% HR como máximo. Ya que, al refrescar el suelo y por tanto la estancia, aumenta la humedad relativa, y por encima de unos limites no es confortable.

3. Cuando uno o varios termostatos demandan enfriamiento, la bomba de calor comienza a enfriar agua en el depósito de inercia a una temperatura que determina la máquina en función de la temperatura exterior y una curva de trabajo configurada en la maquina por el usuario.  De esta manera el agua fría circula por los circuitos de suelo radiante correspondientes. Esto ocurre siempre y cuando no haya demanda de ACS (agua caliente sanitaria) y el sistema se encuentre en modo verano.

Como vemos el suelo radiante refrescante es un sistema total que aporta innumerables beneficios en la vivienda durante todo el año en términos de confort y eficiencia, sin olvidar la parte de ahorro en el consumo y costes.