Los jardines colgantes de Babilonia

Los jardines colgantes de Babilonia. Los jardines colgantes de Babilonia son considerados una las siete maravillas del mundo antiguo. Babilonia fue una ciudad antigua de la baja Mesopotamia, durante siglos fue un importante  centro político, religioso y cultural. Actualmente se han realizado excavaciones de las ruinas de Babilonia en  la provincia iraquí te Babil cerca de Bagdad y no se han encontrado los restos de estos jardines. En principio, al hablar de los jardines colgantes de Babilonia pensamos que estaban situados en la Ciudad de Babilonia, sin embargo, las excavaciones arqueológicas modernas no  han encontrado ningún resto que pueda confirmar esta teoría.

De hecho, hay quien piensa que los jardines colgantes de Babilonia están situados a más de 300 km de distancia, concretamente en una ciudad llamada Nineveh y que fue gobernada por Senaquerib, gran constructor muy preocupado por la arquitectura y las obras públicas y que mandó construir en esta ciudad unos jardines de los que sí existen algunas referencias escritas. Este rey gobernó la baja Mesopotamia desde el año 704 al año 680 a. C. Época que coincide con las fechas en las que se piensa que existieron los jardines colgantes de Babilonia.

Los jardines colgantes de Babilonia. Historia o leyenda de la una de las maravillas del mundo antiguo

En todo caso, no existen datos concluyentes acerca ni de la situación de los jardines, ni tan siquiera de que realmente existieran. Las únicas referencias escritas que tenemos de ellos proceden de escritos griegos.

Algunas de las incógnitas que rodean a los jardines colgantes de Babilonia son las relativas a los mecanismos que empleaban los antiguos para regar los jardines, ya que la demanda de agua de una superficie vegetal de las dimensiones que se piensa que tenían estos jardines es muy elevada y requiere de un sistema de almacenaje de agua muy importante.

Estructuralmente las imágenes que reproducen los jardines colgantes de Babilonia nos ofrecen algunas dudas relativas a cómo se podía soportar el sobrepeso de las plantaciones por estas cubiertas planas. De hecho, no existen referencias en la arquitectura Egipcia, griega o romana, que pueda confirmar que existieron estructuras de edificios con cubiertas planas que soportasen este tipo de pesos o sobrecargas. Lo más cercano podría ser la arquitectura civil de puentes o acueductos o estructuras piramidales, pero eran construcciones masivas y que no ofrecían la ligereza de los espacios porticados que se deducen de la descripción de los jardines colgantes de Babilonia. Es posible, sin embargo, que los jardines colgantes se tratasen más bien de espacios aterrazados y por lo tanto esculpidos en alguna ladera de la ciudad.

Desde el punto de vista  arquitectónico los jardines colgantes de Babilonia son un ejemplo de cómo las cubiertas ajardinadas (bien sea con espacios porticados o con pequeñas cavidades excavadas en la ladera) eran posiblemente ya utilizadas por los antiguos. Las cubiertas ajardinadas son desde el punto de vista constructivo una solución muy interesante para aislar los edificios, regular la temperatura del entorno y por supuesto una solución estética muy recurrente.

En conclusión, no hay datos que confirmen la existencia real de los jardines colgantes de Babilonia, lo que sí podemos asegurar es que ya desde antiguo los diseñadores de la ciudad estaban muy preocupados por integrar la naturaleza dentro de las ciudades. Esta afirmación se podría plantear como una posible hipótesis que pretenda demostrar como el hombre ha pretendido desde antiguo convertir los espacios urbanos en imitaciones de la naturaleza.

@redactado por equipo editorial de arquitectura.vilssa