San Millán de la Cogolla
San Millán de la Cogolla. El pueblo de San Millán de la Cogolla está situado muy cerca de Berceo, a la sombra de los monasterios de Suso y de Yuso. El pueblo casi pasa desapercibido ante el gran protagonismo de los edificios monásticos, y no en vano, porque su influencia ha llegado hasta hoy en día. Pero centrémonos en el pueblo.
Del año 1022 data el primer documento escrito que hace referencia a un nucleo de población llamado San Jorge que, según el papel, constaba de dos molinos y cuatro casas de pastores del monasterio. A finales del siglo XI, surgió otro enclave: el barrio nuevo. Uno y otro acabaron unidos el 17 de mayo del año 1209 gracias a una orden de exención de todo pecho y tributo por lo que pudieran tener en esos dos barrios, dictada por el rey Alfonso VIII. Y así nace San Millán de la Cogolla.
San Millán de la Cogolla. Un pueblo entre dos monasterios el de Suso y el de Yuso
La villa dependió sucesivamente del señorío del monasterio y del señorío del valle hasta que los pobladores la compraron a Felipe II en el siglo XVI. En el año 1833 dejo de pertenecer a la provincia de Burgos y se integró en la de Logroño. San Millán dio nombre principal y fama a la villa.
Los monjes del siglo X y XI, que vivían en unos montes cercanos, eran conocidos como los de la Cogolla y con semejante apodo se completó el nombre de San Millán de la Cogolla.
El pueblo está definido por una larguísima calle que atraviesa todo el caserío desembocando en el llamado Escorial de La Rioja, conocido como el monasterio de abajo.
Aunque es el Monasterio Suso, el de arriba, el que primero debes visitar. El monasterio en honor de San Millán, que según cuenta la leyenda era un hacedor de milagros y profecías, y que según dicen predijo la destrucción de Cantabria por Leovigildo. Historias de este tipo hicieron que a su muerte en el año 574 se le rindiera una veneración sin límites.
En el claustro de entrada al monasterio de Suso hay un montón de tumbas reales, las de los siete infantes de Lara, la del ayo Nuño Salido y las de las tres reinas de Navarra. En el año 1030, Sancho III el mayor, colocó los restos de San Millán en un arca que fue depositada en el mismo monasterio, y hacia el año 1040 uno de los mojones puso una nota en el margen del códice Emilianense del siglo X, que es el primer documento escrito en lengua castellana y euskera.
Dicen que en 1053 el hijo de Sancho III, Garcia de Nájera, intentó trasladar el arca que contenía los restos del santo al Monasterio de Santa María la Real de Nájera en contra de los deseos del Abad, y que los bueyes se negaron a tirar del carro donde iba la sagrada carga. Al final el rey tuvo que desistir, aunque ordenó de inmediato la construcción de otro monasterio apenas mil metros más abajo para coger el sepulcro de San Millán, el que denominamos Monasterio de Yuso. El 26 de septiembre den 1067 se trasladaron los restos de San Millán al Monasterio y así fue inaugurado por el abad y los monjes de arriba. Hoy apenas se conservan detalles de aquella obra que no vio acabada García de Nájera, sino su hijo Sancho IV.
Entre el monasterio de arriba y el de abajo, el monasterio de Suso y el de Yuso, el pueblo de San Millán de la Cogolla pasa casi inadvertido. Los monasterios imponen su poder de atracción superior, de todas modos maneras vale la pena pasear por sus calles y admirar la arquitectura popular a la sombra de tanto monasterio.
®redactado por urbanruta
San Millán de la Cogolla
San Millán de la Cogolla. Un pueblo entre dos monasterios el de Suso y el de Yuso