Tarima flotante o suelo laminado ¿qué elegir?
Cuando decidimos darle otro aire a nuestra vivienda renovando el pavimento, siempre surgen las dudas sobre que tipo de suelo será más apropiado. Por ello consultamos precios de diferentes suelos, las incomodidades de su instalación, si tendremos que eliminar el existente, y así otras muchas preguntas.
Hoy presentamos y comparamos dos tipos de suelos que no necesitan grandes obras y, por lo tanto, no generan mucha suciedad al instalarse. El suelo laminado y la tarima flotante. Si eres de las personas que ahora te preguntas: ¿no es lo mismo un suelo laminado que una tarima flotante? Aquí te explicaremos que no, no son lo mismo. A pesar de que es muy común que se confundan. Unas veces, por desconocimiento y otras, por interés comercial.
Hoy presentamos y comparamos dos tipos de suelos que no necesitan grandes obras y, por lo tanto, no generan mucha suciedad al instalarse: la tarima flotante y el suelo laminado
¿Cómo es la tarima flotante?
La tarima flotante es una variante del parqué y se diferencia principalmente por su firma de instalación. Por ello es preciso aclarar que un parqué o tarima flotante más que un tipo de suelo es una forma de instalación. En realidad, se deberían denominar como parqué multicapa o parqués flotantes. Naturalmente, teniendo en cuenta que todos sus componentes son maderas naturales o derivados de esta. Así, podemos hablar de dos tipos de tarima flotante: los que se fabrican con una sola pieza de madera maciza y los que se hacen con 3 capas de diferentes maderas.
-Tarima flotante maciza
Se conoce como tarima maciza al suelo de madera que se fabrica con una pieza de una sola madera. A estas piezas se les practica un machihembrado que ayuda a su unión durante la instalación del suelo.
-Parqué flotante multicapa
Según se define en la norma UNE-EN 13489, se identifica a los parqués multicapa a los suelos de madera que están formados de tres láminas de diferentes maderas. Se las encola entre sí formando un sándwich. Para que pueda denominarse como parqué debe cumplir la característica del grosor de madera maciza que queda vista. Así, la composición de la tarima flotante es:
- Capa superior de uso o también llamada noble. Debe tener un espesor entre 2,5 a 4 mm para ser considerado un suelo de madera o parqué. Evidentemente, a mayor espesor de esta capa, el precio de la tarima flotante aumenta. Por lo general suele ser maderas muy duras y resistentes como el roble.
- Capa intermedia de madera de conífera. En ocasiones, esta capa intermedia es totalmente de tablero contrachapado. Tanto la madera de conífera como el contrachapado favorecen un precio más económico. Su espesor está entre 6 y 9 mm. Esta capa es la que dispone del machihembrado, para facilitar la instalación.
- Contracara de madera de conífera o capa de compensación. Generalmente, se realiza con pino o abeto. Esta capa favorece también la reducción del precio de las tarimas flotantes. Esta última capa suele tener un espesor entre 2 y 3 mm.
¿Qué es el suelo laminado?
Los suelos laminados, o también llamados parquet sintético o parquet laminado, se componen de varias capas o láminas. Por lo general no se utiliza madera maciza. A pesar de ello, muchas personas los consideran como un suelo de madera.
Este tipo de pavimento es uno de los más buscados y usados al proceder con una reforma o para la nueva construcción. Los motivos por los que es muy empleado la encontramos en su facilidad de instalación, un mantenimiento sencillo, precios relativamente económicos y la facilidad para su limpieza.
Composición de los suelos laminados
Los suelos laminados son en realidad pavimentos sintéticos, con varias capas de diferentes materiales. A continuación, describimos la composición más usada por gran parte de los fabricantes de suelos laminados:
1.- Capa superior resistente
Esta capa superior de melamina prensada y transparente. Es la que garantiza la resistencia al desgaste, los impactos y los arañazos de un suelo laminado. Además, sirve de protección contra manchas, quemaduras y los productos químicos de limpieza doméstica.
Por lo general se le aplica un grabado en relieve para darle una textura determinada. Este acabado debe coincidir con el dibujo que se imprime en la segunda capa. Así, se consigue imitar la forma y textura de baldosas de barro, de ladrillo o de madera.
2.- Capa de diseño
La capa de diseño de los suelos laminados confiere el aspecto final que mostrará el pavimento. Por lo general consta de una lámina de papel impreso, con la imagen en alta resolución del motivo elegido. Así, se puede imitar baldosas de barro, cemento, diferentes clases de mármol o granito, pizarra, el cuero de animales o cualquier tipo de madera.
3.- Capa de resistencia a los impactos
Es una lámina multicapa de partículas de óxido de aluminio. Esta capa intermedia se encarga de absorber y resistir los impactos que pueda sufrir el pavimento laminado una vez instalado.
4.- Panel o tablero de HDF
El tablero de fibras de alta densidad es el esqueleto de los suelos laminados. Es la capa que da resistencia y consistencia al parqué laminado. Se fabrica con fibras de madera apelmazadas con resina de melamina de alta calidad y prensado a temperaturas altas. Esta técnica de fabricación permite la reutilización de todas las partes del árbol, lo que reduce el consumo energético y contribuye la sostenibilidad.
5.- Capa equilibrante
Esta capa aporta resistencia a la humedad. De esta forma que se asegura que no se abombará o arqueará. Sin embargo, esta característica puede perderse al hacer una instalación o limpieza de modo incorrecto.
¿En qué se parecen el suelo laminado y la tarima flotante?
Su parecido y principal motivo para confundirlos es su manera de instalación. Para la colocación de ambos tipos de suelo se utiliza una manta amortiguadora que sirve de aislante térmico y acústico. Además, esta manta puede tener propiedades hidrófugas o en su caso se puede añadir otra lámina plástica debajo.
La manta amortiguadora suele tener unos 3 milímetros de espesor y su composición hace que se pueda comprimir. Tanto el suelo laminado como la tarima flotante se colocan sobre esta manta sin ningún tipo de anclaje, ni colas, ni clavos. Es por ello que permite un cierto movimiento del pavimento con respecto a la manta inferior y que da el nombre de “flotante”.
Otra ventaja que aporta la manta soporte es que, al poderse deformar, absorbe las pequeñas imperfecciones que tiene el suelo original. De esta forma, al colocar un suelo laminado o bien una tarima flotante no se notarán esos pequeños desniveles o escalones que en ocasiones se encuentran en los suelos de gres o porcelánicos, al pasar de una baldosa a otra.
Tarima flotante o suelo laminado ¿qué elegir?
Hoy presentamos y comparamos dos tipos de suelos que no necesitan grandes obras y, por lo tanto, no generan mucha suciedad al instalarse: la tarima flotante y el suelo laminado