Repartidores de costes de calefacción

La preocupación por el ahorro de energía y reducir la dependencia de terceros países ha llevado a la Unión Europea a dictar muchas normas y planes de acción. Entre ellos se encuentra la decisión de realizar un control individualizado de los costes de calefacción, destinado a los edificios con calefacción central. Es por ello que se va a emplear los repartidores de costes de calefacción.

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La preocupación por el ahorro de energía ha llevado a la Unión Europea a dictar muchas normas y planes de acción, como la decisión de realizar un control individualizado de los costes de calefacción en los edificios con calefacción central.

¿Qué problema tienen los edificios con calefacción central?

El descontrol que durante muchos años ha habido en las calefacciones centrales de todo el mundo es un problema energético y un gran sumidero de dinero. El motivo es muy simple, en estos edificios la cuota de calefacción se establecía por criterios como la superficie de los pisos o simplemente se dividían los costes entre la cantidad de vecinos.

Sin embargo, algunos vecinos usaban más tiempo y a mayor temperatura la calefacción, por lo que el pago era injusto para el resto de vecinos. Esta situación degeneró en un absurdo. ¡Como todos pagamos igual, pongo mi calefacción a tope! Así, se daban situaciones tan tristes como utilizar una camiseta de manga corta, pantalones cortos y chanclas en los días más fríos del invierno, teniendo la calefacción a máxima temperatura.

Por ello, el gasto en las comunidades con calefacción central se disparaba, independientemente de la calidad en el aislamiento. Simplemente, porque: ¡como todos pagamos lo mismo, en mi casa los radiadores los pongo al máximo!

La nueva normativa

Esta situación llevó a la plasmación de una directiva europea en la que se obliga a la contabilización del gasto energético individualizado. Así, cada estado miembro tuvo que realizar la transposición de la Directiva 2018/2002. Dentro de esta norma se obliga a la contabilización de consumos de calefacción de forma individualizada en el caso de edificios con calefacciones centralizadas.

Para poder controlar el consumo de cada vivienda se empezó a implantar los distribuidores de costes. De esta forma, se consideró que, al ser cada persona o familia responsable del consumo realizado en su vivienda, se reduciría el consumo energético. Esta medida es obligada para todos los edificios que se encuentren en zonas climáticas C, D y E. Además, deben ser construcciones realizadas con anterioridad a 1998.

Sin embargo, en España se distinguen dos tipos de instalaciones de calefacción central. La realizada en columnas y la realizada en anillo. La ventaja que tienen las calefacciones en anillo es que por lo general se realizaban con una red de tuberías que se dividen por pisos. De manera que hay unas tuberías generales que recorren el edificio de abajo a arriba con una derivación por vivienda, como si fuera una calefacción individual.

Así, es relativamente fácil instalar un contador de calorías al inicio del anillo, que suele corresponder con la entrada de la vivienda. De esta forma, solo hay una lectura por vivienda y los cálculos y repartos de costes son más fáciles y directos.

Por el contrario, los edificios con calefacción central en columna conllevan una dificultad. En este tipo de instalaciones se dispone unas tuberías de distribución en el sótano. De estas tuberías salen diferentes ramales en vertical, de modo que una montante va pasando por habitaciones, otra por aseos o baños, otra por el salón, y así sucesivamente. Es decir, el radiador que podemos tener en un dormitorio está unido a los radiadores del piso de abajo y de arriba, en vez de unirse a los de nuestra vivienda.

Este tipo de instalaciones nos obligan a instalar los repartidores de costes en cada radiador. Pero, ¿qué es y cómo funciona un repartidor de coste?

¿Qué son los repartidores de coste de calefacción?

Los repartidores de costes de calefacción son unos pequeños dispositivos electrónicos, que necesitan una pila o pequeña batería interna para funcionar. Se instalan en los radiadores, de modo que están en contacto con la superficie del radiador. Esto les permite medir la cantidad de calor que el radiador desprende y transformarlo en la cantidad de calorías que irradia al ambiente.

La medición es realizada por los repartidores de costes de calefacción gracias a dos sensores. El primero de ellos mide la temperatura del radiador y el otro mide la temperatura ambiente de la habitación en la que se encuentra el radiador. Además, suelen disponer de un sistema de radiofrecuencia, de modo que periódicamente envían la información de la medición de calorías y un dispositivo central que va acumulando los datos de todos los repartidores de costes.

A cada repartidor de coste se le asigna un número identificativo en el momento de su instalación. Así, la centralita identifica que repartidor de coste le ha enviado el dato de la medición de calorías, esa medición y la fecha del dato. Como los instaladores anotaron en el momento de su instalación donde se encuentra cada repartidor de coste, es fácil hacer el recuento de todos los instalados en una vivienda, para hacer el reparto del coste de la calefacción.

Ventajas de los repartidores de costes de calefacción

La instalación de repartidores de costes de calefacción en los edificios con calefacción central ofrece grandes ventajas y beneficios como:

  • El pago de la calefacción se distribuye en función del consumo por vivienda.
  • Son dispositivos económicos y con una vida útil de más de 10 años.
  • Se evita el derroche de energía, por el hecho que el consumo está controlado de forma individual.
  • Este control individualizado favorece la concienciación sobre el consumo y el uso correcto de la calefacción.
  • La misma concienciación y uso responsable de la calefacción favorece la reducción de las emisiones de CO2.
  • Se han contabilizado ahorros que llegan al 30% en la factura anual de la calefacción.

 

Repartidores de costes de calefacción

La preocupación por el ahorro de energía ha llevado a la Unión Europea a dictar muchas normas y planes de acción, como la decisión de realizar un control individualizado de los costes de calefacción en los edificios con calefacción central.