Enfriamiento radiante, los techos fríos, cubiertas húmedas, patios y fachadas radiantes
Enfriamiento radiante, los techos fríos, cubiertas húmedas, patios y fachadas radiantes.
El enfriamiento sensible es aquel que reduce la cantidad de energía del ambiente. Para conseguir un enfriamiento sensible necesitamos contar con un foco frío cuya temperatura esté por debajo de la que queremos conseguir y con una masa tan grande que no se altere su temperatura a la hora que aportar el calor que queremos eliminar, en pocas palabras necesitamos un sumidero de calor.
En la naturaleza tenemos tres sumideros de calor fundamentalmente: por un lado la bóveda celeste, por otro lado el terreno, y por último, el aire que nos envuelve. Todos los cuerpos van a emitir calor, y lo harán desde la fuente más caliente a la fuente más fría. En el caso de la bóveda celeste, que está a una temperatura muy baja, los edificios y el suelo le trasmiten calor durante la noche.
Enfriamiento radiante, los techos fríos, cubiertas húmedas, patios y fachadas radiantes. Estrategias de enfriamiento para nuestros edificios
Esta circunstancia, es la que bien aprovechada, nos puede servir para enfriar los edificios en verano, por ejemplo, es bien sabido que en los desiertos durante la noche las temperaturas bajan radicalmente, esto es así gracias a que la bóveda celeste se encuentra libre de cualquier obstáculo, contaminación, nubes o polvo.
Sistemas constructivos o estrategias para aprovecharnos del enfriamiento radiante.
El enfriamiento radiante se produce gracias a la aportación de calor a la bóveda celeste.
Techos fríos. Los techos fríos son sistemas de cubiertas planas, que radian calor hacia la bóveda celeste en la noche, consiguiendo de esta manera eliminar el calor acumulado durante el día dentro del edificio. Este tipo de sistemas se pueden complementar con un sistema de circulación de aire o de agua, que al enfriarse puede ser acumulada en un depósito y hacerse pasar posteriormente por un suelo radiante.
Las cubiertas húmedas. Las cubiertas húmedas aprovechan la inercia del agua para acumular el frío de la noche y poderlo ceder durante el día, para que estas cubiertas sean efectivas es necesario protegerlas de la excesiva radiación solar de las horas más calurosas del día. Una aplicación de este principio de enfriamiento radiante, son las cubiertas vegetales o ecológicas, que suponen a la vez que un buen aislamiento térmico, una fuente de enfriamiento por radiación nocturna.
Patios. Los patios son estrategias bioclimáticas que nos sirven para acondicionar y regular la temperatura dentro de los edificios, protegernos de la excesiva radiación solar, promover el enfriamiento evaporativo a partir de fuentes de agua o jardines, y ayudar en la ventilación natural de los edificios. Los patios, en cuanto al enfriamiento radiante, trabajan acumulando bolsas de aire frío (enfriado en contacto con superficies frias), que tiende a situarse en en las capas más bajas durante la noche. Al tratarse de espacios cerrados, ese aire enfriado se ceder al interior del edificio que lo rodea.
Las fachadas radiantes. Las fachadas radiantes funcionan de manera parecida a como lo hacen los techos fríos, sin embargo, su eficiencia es mucho menor, ya que no están orientadas hacia la bóveda celeste y suelen encontrar obstrucciones frente a ellas. El enfriamiento radiante se puede conseguir con sistemas constructivos como el muro trombe o los invernaderos.
®redactado por equipo editorial de construccion.vilssa
Enfriamiento radiante, los techos fríos, cubiertas húmedas, patios y fachadas radiantes
Enfriamiento radiante, los techos fríos, cubiertas húmedas, patios y fachadas radiantes. Estrategias de enfriamiento para nuestros edificios