El monasterio del Escorial.
El monasterio del Escorial. Qué no se ha dicho del monasterio del Escorial. Nosotros aquí sólo queremos hacer una breve descripción que forma parte de la ruta que hemos preparado por algunos pueblos de la Sierra de Guadarrama.
El monasterio del Escorial se levantó en el siglo XVI. Es un monasterio que estaba llamado a ser la representación de su rey, de su estado y de su visión del mundo: está dedicado a San Lorenzo y llamado el Real del Escorial. Respecto a su origen, además de la devoción que Felipe II tenía a San Lorenzo, se relaciona con la necesidad de que el Emperador Carlos V tuviera un lugar donde ser enterrado. El monasterio del Escorial es hoy patrimonio de la humanidad.
El monasterio del Escorial. La visión del mundo del rey Felipe II
Esta gran obra arquitectónica no debía limitarse, como era lo usual, a una iglesia, un mausoleo y una casa conventual para la comunidad religiosa, sino que la idea de Felipe II consistía en levantar un gran complejo de edificios que tuvieran además, caballerizas, colegio, un seminario y cuartos y estancias para los monarcas.
En el año 1561 Felipe II eligió la orden de los Jerónimos para ocupar el monasterio. Inmediatamente decidió el lugar y los arquitectos que deberían llevar a cabo la obra: Juan Bautista de Toledo, al que hizo venir de Italia y Juan de Herrera, su ayudante, el verdadero artífice de la planta del monasterio del Escorial. Junto a ellos, otros artistas de la época como Tiziano, Claudio Coello, el Greco o Zúccaro participaron de una manera u otra en este proyecto.
La construcción duró desde el año 1563 hasta el año 1584. Y después de su finalización, los sucesores de Felipe II ampliaron e hicieron reformas dentro del monasterio. En el año 1617 Felipe III levantó el panteón de Reyes, en tiempo de los Borbones se reformó el interior del palacio, y durante el reinado de Isabel II se hicieron las obras del panteón de los infantes.
Como consecuencia de la guerra de independencia, los frailes Jerónimos fueron obligados a abandonar el monasterio y aunque volvieron posteriormente no fue por mucho tiempo, ya que la orden se disolvió en el año 1854. 30 años más tarde llegaron al convento los padres Agustinos, que ocuparon el lugar de los anteriores en el cuidado del complejo monástico.
El monasterio del Escorial conforma un gran rectángulo de 280 m de largo por 162 m de ancho, cerrado al exterior por una estructura horizontal homogénea, construida en granito gris y donde destaca nítidamente las torres que rodean la cúpula central. El complejo cuenta con 2000 estancias, 86 escaleras, 16 patios, 15 claustros y 88 fuentes.
El estilo del monasterio del Escorial se ha llamado estilo de Herreriano por su austeridad, el uso regular de las formas y una interpretación del orden clásico renacentista muy sobria y austera realizada por el arquitecto Juan de Herrera.
El recorrido por el interior del monasterio se inicia por el patio de los Reyes, llamado así por la seis estatuas de los reyes de Judá que hay sobre el balcón corrido. En este patio se levantó la última piedra del edificio el 13 de septiembre de 1584. Desde el patio llegamos a la basílica, inspirada en la de San Pedro de Roma, de planta de cruz griega con tres naves en cada brazo y cubierta por una gran cúpula de 17 m de diámetro, rematada por una linterna que se apoya sobre gruesos pilares ochavados decorados con pilastras dóricas.
Sin duda, la visita el monasterio del Escorial necesita de una tranquila y larga jornada, todas sus estancias, bibliotecas y habitaciones están decoradas profusamente y con gran detalle. Entre los lugares más destacados del monasterio destaca el panteón real, de planta octogonal y revestido de jaspe, mármoles y adornos en bronce dorado. Aquí reposan, en 26 tumbas de mármol negro, los restos de reyes y reinas de las casas de Austria y de Borbón. Y junto al panteón real encontramos el panteón de los infantes, nueve cámaras construidas en el siglo XIX para recoger los enterramientos de las reinas consortes que mueren sin hijos príncipes y de los príncipes e infantes.
Destacan también otras estancias como la sala del trono, las estancias de Isabel Clara Eugenia, el salón de embajadores, múltiples dormitorios, despachos, etcétera, decorados con un sinfín de muebles, tapices, pinturas y objetos diversos, en contraste con la sobrias habitaciones de Felipe II, a las que se llega a través de la llamada sala de las batallas, un gran corredor cubierto por bóvedas de cañón y cuyos muros están totalmente decorados con escenas militares y hechos de armas que tuvieron lugar durante el reinado de Felipe II.
Y por último, destacar la fastuosa biblioteca, una de las más importantes que existen hoy en día, comparable a la del Vaticano o la biblioteca Laurenciana de Florencia. Se trata de una obra muy bella, con un gran salón abovedado decorado con pinturas de Tibaldi y Carducho que representan, entre muchas otras alegorías, las artes, la filosofía y la teología, pero su mayor tesoro son sus contenidos, porque reúne piezas importantísimas y únicas como las cantinas de Santa María de Alfonso X el Sabio o el libro de horas de Isabel la Católica.
Y antes de abandonar el Escorial demos un paseo por los jardines que rodean el monasterio, el jardín tenía doble finalidad para Felipe II, por un lado productiva con árboles frutales del huerto o plantas medicinales y por otro placentera, con la belleza de un entorno de árboles, plantas, flores y fuentes. Destaca el largo y estrecho jardín de los frailes, un jardín elevado inspirado en los supuestos jardines colgantes de Babilonia.
@redactado por equipo editorial de urbanruta
El monasterio del Escorial.
El monasterio del Escorial. La visión del mundo del rey Felipe II