Texturas en arquitectura.

Texturas en arquitectura.

La elección de texturas va muy de la mano de la elección de materiales que vamos a utilizar para las terminaciones y acabados de nuestros diseños arquitectónicos o de interiores. Pues cada tipo de textura nos genera sensaciones distintas que condicionan nuestra forma de entender y habitar el espacio.

En este post hablaremos un poco más de los tipos de texturas utilizadas en la arquitectura y el diseño de interiores, y cómo estos afectan la manera en la que sentimos los espacios.

Cuando hablamos de texturas, hablamos de sensación, de esa percepción en la que vinculamos vista y tacto. Las texturas permiten que llegue a nuestro cerebro la sensación de una superficie. Por ello el uso de texturas en arquitectura y en diseño de interiores es muy importante, porque junto al color, son las que determinan (principalmente) la percepción que tenemos del espacio.

¿Qué es una textura?

La palabra textura, en su sentido original (latín textura), significa el modo como están organizados los hilos de una tela. Por traslación, el vocablo pasó a significar la organización de los elementos que constituyen la materia de un cuerpo cualquiera, específicamente referido a los que están en su superficie y son apreciables por vista o tacto.

En sentido general se puede definir como la apariencia externa y superficial de la estructura de los materiales, objetos y cosas que nos rodean.

Si bien el tacto es aquel sentido que más claramente distingue una textura de otra, existen dos tipos de textura: la táctil y la visual.

- La táctil es aquella perceptible únicamente a través del tacto y que permite distinguir entre materiales rugosos, con relieve, finas o suaves.

- La visual refiere a aquellas texturas impresas que imitan la realidad, dando la percepción de que se trata de esos materiales sin realmente serlo. De esta manera las diferencias en la superficie sólo pueden ser captadas por el ojo, pero no responden al tacto.

Función y efectos de las texturas.

La textura de los objetos influye en los sentidos del ser humano y crea una corriente de atracción o rechazo según sus características, y unas impresiones visuales y táctiles de variados efectos, ya que todo lo que percibimos con los sentidos nos provoca una emoción.

Por esta razón es muy importante tomar en cuenta el efecto de las texturas a la hora de elegir los materiales que recubrirán las fachadas, muros interiores, superficies a nivel general (acabados, encimeras, suelos) y posteriormente en la elección el mobiliario y los tejidos en la decoración del espacio.

Las texturas también son funcionales: son estrictamente necesarias para guiar a las personas no videntes a través del espacio, o para evitar accidentes en áreas húmedas como baños, cocinas y exteriores.

A continuación enumeramos las principales texturas que encontramos en arquitectura, y sus efectos básicos sobre el usuario:

- Textura lisa: Austeridad, limpieza, simplicidad, lejanía. En paredes y suelos

- Textura rugosa: Naturalidad, vejez, fortaleza, proximidad.

- Textura sedosa: Calidez, suavidad, sencillez.

- Textura áspera: Dureza, rechazo, agresividad.

- Textura dura: Fortaleza, seriedad, frialdad.

- Textura blanda: Placidez, bienestar, ternura.

- Textura Viscosa: Suciedad, repudio, asco.

 ¿Cómo se usan las texturas en arquitectura?

Como ya hemos comentado, las texturas son una parte crucial en la arquitectura, el diseño de interiores y la decoración, pues crean una experiencia diferente y permiten que se use más de un sentido a la vez solo con “verlo”. Las texturas permiten a los espectadores no sólo mirar el edificio, elementos decorativos, superficies y acabados sino imaginar cómo se sentiría.

En arquitectura se pueden crear texturas mediante ciertas elecciones de materiales. Puede usarse piedra pesada y dentada en un edificio para darle una textura rugosa, mientras que las maderas delicadas y talladas pueden dar a la estructura un aspecto ligero y aireado. También se pueden crear patrones que invitan al espectador creer que la pieza se mueve a través del espacio.

Una de las principales formas en que los arquitectos pueden crear una textura visual a través del diseño es utilizar la luz para jugar con las dimensiones del edificio, donde las sombras se leen para tener profundidad y las áreas elevadas parecen desplazarse hacia adelante. Otra forma es a través del material, pues cada material tiene características propias en cuanto a textura, color, temperatura, etc.

La textura se puede usar intencionalmente para provocar experiencias de los usuarios: la textura puede "marcar" ciertas áreas dentro de un edificio para diferenciar espacios; pero, ¿qué sucede cuando colocas la textura de tal manera que se convierte en una experiencia más interactiva?

A través de las texturas se puede invitar a que los usuarios toquen las diversas superficies, alterar el sonido de un espacio o usar textura con iluminación para jugar con sombras arquitectónicas, creando efectos significativos.

Es posible usar materiales que los usuarios puedan alcanzar y tocar para experimentar el espacio a través del sentido del tacto, como el contraste entre una pared de ladrillos rugosos y la textura suave del concreto. Este uso de la textura también se puede utilizar para definir el espacio sin requerir el uso de paredes.

Fuentes: 

https://noticiasdecoramialab.wordpress.com/2015/06/11/las-emociones-a-traves-del-tacto/

https://www.ecured.cu/Textura_(Artes_visuales)

https://archistudent.net/types-and-use-of-texture-in-architecture/

https://www.arkiplus.com/textura-en-arquitectura/

https://www.amronarchitectural.co.uk/blog/how-to-use-texture-in-architectural-design/

http://jessicadacosta2126.pbworks.com/w/page/54042910/Texture

https://ameliabaxterinteriorarchitect.weebly.com/materials-and-textures.html