Una casa donde los muebles son paredes

Una casa donde los muebles son paredes. Esta vivienda se sitúa en una zona montañosa de segunda residencia, a unas dos horas de la ciudad de Tokyo, es obra del arquitecto Álvaro Varela.  La intervención consistió en la parcial rehabilitación y ampliación de un edificio tipo bungalow de construcción en madera. Nos encontramos con unos espacios interiores congestionados, escasamente relacionados con la exuberante naturaleza exterior.

 

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Una casa donde los muebles son paredes. diseño de espacios interiores

El diseño que se plantea trata de mantener la identidad del edificio existente, mejorándolo a través de intervenciones tanto internas como externas. Estudiando las proporciones del edificio antes de la actuación, se llega a la conclusión de que, extendiendo el tejado sobre la parte que se amplía del edificio, éste ganaría en elegancia. Esta pieza añadida, aunque diferenciada por el uso de un material distinto y por una geometría girada unos grados  respecto a la de la casa, queda espacial y visualmente bajo la jerarquía impuesta por el tejado. Lo existente y lo añadido resultan así entendido desde el exterior.

El tejado, a su vez, se lee en el interior como una superficie también visualmente continua mediante el diseño de las particiones interiores. El techo es visible en su total longitud, lo que se consigue haciendo  que las zonas superiores de algunas puertas tengan cristal en su parte fija. Techo y suelos se constituyen, por tanto, como los elementos que sujetan los paramentos verticales diferenciados.

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La envolvente original, constituida por los paramentos verticales exteriores, se mantiene. A éstos se les dota de una mayor luminosidad con el añadido de un nuevo chapado de madera en su color, con un tratamiento para soportar las inclemencias del tiempo.

 

Una vez reforzada la identidad de la estructura original por el alargamiento del tejado, se plantean dos elementos organizadores del espacio interior, un muro biblioteca y un mueble separador del salón con el comedor. Estos elementos, además de poseer características escultóricas, están acentuados por el uso del color rojo. El muro biblioteca no sólo guarda libros, sino que es también ventana, puerta, pared, armario, vitrina, y provoca la apertura de un lucernario. Su dimensión le hace ser el elemento protagonista de la vivienda. Cuando se dobla para participar en el salón comedor, que junto con la entrada, son las partes de la casa que quedan originales, este muro se hace más dócil, es una pared más en el espacio. En su interior aparece una vitrina de cristal y acero inoxidable perforado e iluminado desde atrás. Un biombo tailandés se utiliza para hacerlo aparecer y desaparecer. El armario separador tiene una función de menor escala: es menos un mueble y más una escultura funcional.interior-casa-varela

Fuente de texto y fotos: Revista Diseño interior, nº60 

Una casa donde los muebles son paredes

Una casa donde los muebles son paredes. diseño de espacios interiores