Un huerto en tu casa.

Un huerto en tu casa. Sustituye el jardín por un huerto. Si tienes la suerte de disponer de un jardín en tu casa, quizás te puedas plantear la posibilidad de sustituir el tradicional césped por un huerto, un sencillo y a la vez, funcional huerto doméstico.

No se trata de una moda o alguna corriente social actual que brinde el concepto de sostenibilidad como una gran panacea y la solución a todos nuestros problemas, no se trata de eso.

Un huerto en tu casa. Sustituye el jardín por un huerto.

El hecho de tener un huerto en tu casa te producirá muchas satisfacciones, podrás producir tus propios alimentos, controlar los procesos de producción, cuidar y tener un hobbie que te distraiga de otras preocupaciones, y por supuesto, saber que contribuyes a mantener nuestro entorno un poco más sano y sostenible.

Desde el punto de vista económico tener un huerto en tu casa no es una actividad muy rentable. Hoy en día, el mantenimiento de pequeñas superficies destinadas al cultivo no es una actividad que pueda competir con la producción masiva de grandes invernaderos, sin embargo, tener un huerto en tu casa aporta otra serie de satisfacciones que, quizás, no se puedan pagar con dinero.

Tener un cuerpo tu casa es además una solución arquitectónica muy interesante, se podría incluso diseñar espacios que contribuyan a mejorar las condiciones climáticas de tu vivienda. Por ejemplo: un estanque o la propia humedad del riego diario, contribuyen a bajarlas temperaturas en las épocas de verano. 

Por otro lado, una solución como puede ser un huerto en una cubierta de una vivienda aporta un aislamiento térmico extra al forjado, evitando de esta manera pérdidas de calor y aumentando la inercia térmica de la misma.

Respecto al mantenimiento de huerto en tu casa en comparación con el típico césped, estamos seguros de que el cambio supondrá un considerable ahorro mensual, ya el césped suele ser una especie no autóctona y por lo tanto requiere una mantenimiento muy costoso.

La mejor opción es tener un huerto en tu casa donde cultives productos autóctonos, de bajo mantenimiento y que se adapten perfectamente a las condiciones climáticas del entorno.

Si vives en un piso, tendrás más limitaciones a la hora de tener tu propio huerto, sin embargo, siempre podrás tener un pequeño macetero que no sólo  sirva para adornar tus estancias sino que además pueda servir para cultivar pequeñas cantidades de alguna especia o algún fruto. En el caso de vivir en un piso te aconsejamos que todas las plantas las coloques en las estancias que no sean dormitorios, ya que como bien sabes, la vegetación expulsa CO2 en las horas nocturnas.

®redactado por equipo editorial de arquitectura.vilssa

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