Salones a doble altura
Salones a doble altura. En Arquitectura existe una altura mínima para la mayoría de las estancias, una altura determinada por el uso. En general, esta altura no suele ser menor a 2,50m., y viene determinada por la altura media de las personas. De hecho, si observas la viviendas del siglo pasado, verás que la altura de las puertas a veces es muy baja, ya que antiguamente la altura media de las personas era inferior a la actual.
Nuestras viviendas, a veces determinadas por la necesidad de abaratar costes, y otras veces limitadas por la normativa administrativa, no suele superar los 2,7 m de altura por planta. Sin embargo, esto no quiere decir que esta altura sea la altura óptima. De hecho, es preferible tener estancias de gran altura, ya que crearán una sensación de amplitud, confort y de comodidad a sus usuarios.
Salones a doble altura. Las ventajas de jugar con los distintos niveles de altura en nuestras viviendas
Sin embargo, existen algunas estancias de una vivienda dónde la altura es menos importante que en otras. Por ejemplo, en dormitorios, cocinas y aseos, el tener una gran altura no mejora las condiciones de uso de las mismas.
Por el contrario, en salones y salas, el conseguir tener espacios de doble altura, imprime un carácter diferenciador al espacio y mejora las condiciones formales, de uso y de bienestar.
Ventajas de los salones doble altura. Los salones a doble altura se diferencian de otro tipo de estancias por crear espacios más amplios y en ocasiones más luminosos. Para poder tener un salón o doble altura es necesario que su superficie en planta tenga unas dimensiones mínimas. Proporcionalmente, la longitud máxima de uno de los lados del salón tiene que ser mayor a la altura libre, ya que en caso contrario, podríamos provocar un efecto de encajonamiento o de cueva.
Los salones a doble altura nos permiten introducir la luz a distintos niveles. Desde el punto de vista energético, en un salón a doble altura, el aire caliente siempre tenderá a subir a las capas más altas. Esto supone un condicionante a la hora de distribuir los distintos espacios, ya que si no se diseñan correctamente, pueden suponer un aumento en el consumo de calefacción.
El gran handicap de los salones a doble altura reside en la ocupación del espacio, ya que en muchas ocasiones, estamos limitados por la superficie máxima edificable, y el diseñar un salón a doble altura aumenta el volumen edificado total.
®redactado por equipo editorial de decoración.vilssa
Fuente de fotos: el libro de las casa, ed. Evergreen, 2009
Salones a doble altura
Salones a doble altura. Las ventajas de jugar con los distintos niveles de altura en nuestras viviendas