Rehabilitando una casa de campo. Peligros de derrumbamiento

Rehabilitando una casa de campo. Peligros de derrumbamiento. (cap. II) En el anterior capítulo de nuestra curiosa empresa de rehabilitación de una casa de campo, tratamos sobre las demolición. Dos semanas después continuamos trabajando y aunque en principio teníamos previsto demoler todo antes de comenzar a cimentar, por motivos de organización de obra se decidió comenzar con la cimentación.

Los peligros del derrumbamiento. Rehabilitando una casa de campo

La cimentación estaba prevista mediante zapatas corridas de hormigón armado y según el estudio geotécnico previo, el firme se situaba entre 0,4m y 1,4metros de profundidad, por lo que se comenzó a excavar hasta firme.

Los peligros del derrumbamiento. Rehabilitando una casa de campo

Rehabilitando una casa de campo. Peligros de derrumbamiento. Nunca son pocas las precauciones en un trabajo de rehabilitación, sobre todo cuando se desconoce el estado de los elementos anteriores. Nosotros estamos obligados a llegar a firme y el terreno en épocas de lluvia aconseja  que el trabajo de cimentación sea lo más rápido posible, de lo contrario las zanjas pueden llenarse de agua y el terreno puede deslizar bajo los muros….

El terreno esta formado por arcillas, eso supone que si bien resulta fácil de trabajar es un terreno que no puede compactarse y por lo tanto es imprescindible cimentar sobre firme y eliminar la capa arcillosa.

El trabajo no es complicado, pero sin embargo el destino hizo que las cosas no salieran como habiamos previsto.

Días antes, algún lugareño había asegurado a los cuatro vientos que los muros de la casa eran muy resistentes y que podían soportar perfectamente una nueva cubierta (aunque esta fuese de losa de hormigón). Debemos reconocer que en algún momento tuvimos que justificar ante la propiedad la elección de aquella nueva estructura que parecía iba a acabar con la esencia de la casa, la cosa estaba complicada: frente a un sobrecoste de una nueva cimentación, pilares de acero y losa de cubierta, apoyar directamente una cubierta ligera sobre los muros era una tentadora y barata opción. Aunque hubo alguna indirecta más o menos inquisidora, lo cierto es que se pudo lidiar bastante bien con la propiedad y la obra continuó su curso natural sin tener que dar muchas justificaciones.

Los peligros de derrumbamiento. Cuando se estaba excavando la cimentación en la parte más profunda, varios operarios comentaron su miedo ante la posibilidad de  que algún muro quedara sin apoyo y pudiese ceder, así que extremamos las precauciones y excavamos pequeños trozos de longitudes no mayores a 2 metros y a una profundidad de 1,5metros hasta firme.

Teníamos miedo de que las lluvias nos destrozaran el trabajo, así que decidimos que era importante rellenar lo antes posible con hormigón pobre y asegurarnos que el agua no acabara con el trabajo de varios días, así que se pidió una cuba de hormigón para aquella tarde.

Se marcaron los niveles y los operarios se tomaron un descanso para almorzar.

Lo que nadie imaginaba es que después de volver de comer nos íbamos a encontrar con todo un muro derrumbado. La imagen eran estremecedora, ya que lo que a todo el mundo le pasó por la cabeza es que minutos antes habíamos estado marcando el nivel de hormigonado en una zanja que ahora estaba tapada por piedras de cientos de kilos.

Sin duda, la fortuna había estado de nuestro lado y todos estábamos asustados pero en perfecto estado, tras el susto vino la calma y la reflexión:

La razón por la que el muro había cedido es porque su base se había deslizado sobre la zanja. Originalmente ese muro no estaba bien cimentado y apoyaba en terreno arcilloso. Además el muro estaba mal trabado y había partes que habían sido sustituidas por ladrillo, lo que hacia que tuviese partes más débiles que otras. Era cuestión de tiempo y lo que sin duda fue un alivio, fue que en su momento no se cediese a las opiniones de “expertos” que ponían la mano en el fuego por la estabilidad de semejante obra de nuestros antepasados, ya que de haberles hecho caso quizás el daño hubiese sido incalculable y lo que hubiese cedido es una losa entera.

La conclusión de esta experiencia es clara y si alguna vez te encuentras en la tesitura de tomar una decisión como técnico responsable de una obra, nunca dudes acerca de tu proyecto y los cálculos. Probablemente habrá quien lo resuelva con un hierro menos, aunque dudamos que sea tan valiente como para hacerse responsable.

Seguiremos con nuestra divertida obra en posteriores capítulos y te mostraremos la fuerza de la erosión y de la naturaleza, pero antes….¿Por qué utilizamos hormigón pobre como relleno?

Rehabilitando una casa de campo. Peligros de derrumbamiento

Los peligros del derrumbamiento. Rehabilitando una casa de campo