Puentes de España. El puente internacional de Salamanca

Puentes de España. El puente internacional de Salamanca. Este puente une España y Portugal por ferrocarril cruzando el río Águeda. La construcción fue adjudicada a la sociedad financiera de París, ya que por aquellos años (finales del siglo XIX) las arcas públicas españolas estaba muy mermadas debido a  la sucesivas guerras civiles.

Las obras del Puente internacional de Salamanca se inician el 31 de agosto de 1883. El puente se sitúa en la confluencia del Río Águeda con el rio Duero, en un lugar conocido como Vega Terrón, en una zona con un terreno muy escarpado que marcará toda la construcción de la línea ferroviaria y que obligó a trasladar el puente unos 180 m con respecto a su ubicación inicial y a cambiar su dirección primitiva, decidiéndose finalmente que tuviese un ángulo de 60° respecto al eje del cauce.

Puentes de España. El puente internacional de Salamanca. Un puente de piedra y acero para unir por ferrocarril España y Portugal

Los vanos del puente internacional de Salamanca.

Respecto al número de vanos hubo distintas opciones, por un lado se planteó la posibilidad de realizar dos pilares y tres vanos, una opción que planteaba problemas desde el punto de vista del trasporte de las grandes vigas, ya que no se podían llevar ni por línea férrea ni por el río.

La segunda opción consistía en hacer cuatro vanos, lo que suponía colocar tres pilares, pero uno de ellos quedaría justo en el medio, lo que resultaba poco elegante. Finalmente se optó por cinco vanos y cuatro pilares, como curiosidad hay que decir que las dos pilas centrales, española y portuguesa cuentan con una hornacina dispuesta para la voladura del puente en caso de conflicto bélico.

Los pilares tienen una altura de 19,6 m desde el suelo a la cornisa y su superficie de apoyo sobre los cimientos es de 26 m², los cimientos se sitúan a una profundidad media de unos 4 m.

El tablero del puente internacional de Salamanca.

El tablero que soporta las vías del tren es una celosía de acero formada por barras inclinadas 45°, en conjunto  la celosía está dividida en cuadros de 2 m de largo. Sobre esta celosía se sitúan la estructura de la vía, compuestas por traviesas de madera de  roble, con un ancho de vía de 1,67 m.

Tras largos trabajos y múltiples penurias la línea con el puente fronterizo de 200 m de longitud fue inaugurada el 8 de diciembre de 1887,dos trenes, uno español y otro portugués llegaron al puente internacional de Salamanca engalanado vistosamente para la ocasión, abriéndose  oficialmente el nuevo camino de hierro, una vía de comunicación entre España y Portugal.

Pero el 1 de enero de 1985, debido a la baja rentabilidad económica, la línea se cerró al tráfico de personas y mercancías, lo que ha hecho que unido a la falta de conservación y el vandalismo se haya  mermado la calidad de la estructura.

La penuria de los trabajadores del puente internacional de Salamanca.

En su día, cuando se proyectó el puente internacional de Salamanca, los ingenieros plantearon dos problemas fundamentales: por un lado el derivado del transporte del material y por otro lado la falta de mano de obra, al encontrarse el puente en una zona muy poco poblada.

De hecho, la mayoría de los obreros procedían de Portugal, Galicia y Extremadura y en algunos momentos la plantilla sobrepasó los 2000 trabajadores. Sin embargo, las condiciones de trabajo eran realmente lamentables, no existían alojamientos adecuados y por la noche los obreros se hacinaban en barracones, la alimentación era muy mala y no había hospitales o dispensarios de emergencia, estas condiciones provocaron multitud de problemas durante la construcción del puente, e incluso se sucedieron algunos brotes graves de paludismo e infecciones intestinales. Los obreros apenas podían ser atendidos por el médico de La Fregeneda y el viejo cementerio de la localidad se quedó pequeño para enterrar a tantos muertos.

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