Rehabilitando una casa de campo. ¿Por qué utilizamos hormigón pobre como relleno?
Rehabilitando una casa de campo. ¿Por qué utilizamos hormigón pobre como relleno?. (cap. III) Tras el susto del capitulo anterior en el que por poco no nos libramos de acabar bajo un muro que se derrumbó de repente y con los pelos todavía de punta, nos encontramos ante la tesitura de cómo rellenar las zanjas hasta cota de zapata.
Antes de nada queremos insistir en que una buena y correcta cimentación sólo es posible si se estudia correctamente: el terreno, el tipo de estructura que vamos a utilizar, las limitaciones de la obra, etc… Es decir, nadie puede afirmar que una cimentación es mejor que otra, solo se puede decir que una es más conveniente que otra.
El hormigón pobre como relleno de cimentación
¿Por qué utilizamos hormigón pobre como relleno? Nuevamente nos encontramos con el sabio consejo del lugareño que como quien no quiere la cosa, termina explicando como debemos hacer el trabajo. Cierto es que escuchar la sabiduría popular es tremendamente útil, pero igual de cierto es que con demasiada frecuencia nos encontramos con personas que con tal de opinar, son capaces de inventar de nuevo la biblia. Hace unos días en una visita a los trabajos, hubo quien propuso que las piedras, ladrillos y tejas que se habían obtenido de la demolición nos podían servir como relleno. Nada más lejos de la realidad, incluso las piedras no hubiesen sido una buena solución. ¿por qué?
El objeto de un relleno de cimentación es salvar los desniveles de cota de firme hasta alcanzar una altura igual en toda una línea para cimentar y atar bien los elementos de cimentación. Podemos cimentar en firme y rellenar posteriormente atando la cabeza del pozo o bien podemos hacerlo al revés.
En nuestro caso cimentamos con vigas de cimentación y por lo tanto no resulta nada fácil ir creando vigas a distintas cotas, primero por la dificultad constructiva y luego por la complejidad del cálculo que conlleva. Por lo tanto, la decisión es rellenar hasta la cota que hemos marcado como base de cimentación
¿Por qué utilizamos hormigón pobre como relleno? Generalmente solemos utilizar dos tipos de relleno. Tierra o lo que se denomina zahorra compactada o hormigón pobre (y en determinadas circunstancias, hormigón de la misma resistencia que el de la cimentación) El objetivo es conseguir que el terreno donde apoye la cimentación tenga una resistencia igual o muy parecida a la del firme.
La lógica nos puede jugar malas pasadas, por ejemplo: si el firme es roca, ¿por qué no utilizar roca para rellenar? Bien, en principio puede ser viable, pero necesitaríamos una roca que nos garantice que no va a deshacerse o que no va a moverse, y eso sólo lo conseguiríamos con dados de volúmenes gigantescos, lo que en nuestras zanjas de 40cm resulta casi imposible. ¿Por qué no cimentamos con bolos o piedras pequeñas? Indudablemente la resistencia de un bolo de granito es muy alta, supongamos que incluso más que el propio firme, que en nuestro caso es piedra arenisca. Pero el problema es que al estar dividido en pequeños trozos nadie nos garantiza que no se moverán o partirán bajo el peso de la cimentación.
Lo ideal es conseguir un relleno de resistencia igual al firme, algo que también se consigue con zahorra compactada, aunque para cimentación puntual no lo aconsejamos ya que no tenemos garantías de obtener buena resistencia. Si puede ser una solución buena para losas de cimentación siempre y cuando sepamos cual es su verdadera resistencia tras el compactado.
Lo que nuca debes hacer es cimentar sobre rellenos, tierras arcillosas, arenas, desechos, o cualquier terreno de poca resistencia.
Nosotros decidimos utilizar hormigón de baja resistencia porque no podíamos cimentar sobre firme directamente, así que llenamos las zanjas con hormigón pobre desde el firme hasta la base de la zapata.
Continuará….
Rehabilitando una casa de campo. ¿Por qué utilizamos hormigón pobre como relleno?
El hormigón pobre como relleno de cimentación