Me voy a trabajar y a vivir al extranjero. La decisión.
Me voy a trabajar y a vivir al extranjero. La decisión. Voy a compartir con vosotros una experiencia personal que me parece muy interesante para los que os podáis encontrar en cualquier momento en una situación parecida a la mía. Intentaré mantener cierto grado de privacidad en la información que voy a trasmitir, más que nada, porque soy de esas personas que son muy celosas con su intimidad. En todo caso, lo que voy a contar es cierto y los datos son verídicos.
Mi historia comenzó hace dos años, cuando mi pareja me dijo que tenía la posibilidad de trabajar en otro país (un país centro americano) en condiciones más o menos ventajosas. Mi mujer es natural del país en cuestión y residía en España por motivos laborales, aquí fue donde la conocí y decidimos compartir nuestra vida juntos.
Qué cosas me preocupan a la hor ade decidir irme a vivir al extranjero
Al principio no le das mayor importancia y piensas que es una posibilidad como cualquier otra, ¿por qué no lazarse a esa aventura?. La situación en España no es buena y ambos somos profesionales liberales. Es cierto que podríamos vivir más o menos a gusto en España, pero también es cierto que el horizonte no era muy halagüeño.
Lo primero que nos planteamos era la viabilidad de nuestra idea, ventajas e inconvenientes, razones para irse y motivos para quedarse, etc… Aquí no puedo ayudaros porque la decisión es personal de cada uno. Lo que si puede decir es que cualquier decisión que se toma en la vida de manera meditada nunca será objeto de arrepentimiento, y en el 90% de los casos supondrá un enriquecimiento personal maravillosos, aunque salga mal.
¿Quieres más datos? Nosotros partíamos una vida asentada en España, un trabajo que te permitía sobrevivir pero que a corto plazo no suponía ninguna garantía. La apuesta era alta pero no tan arriesgada, al final se reducía a vivir aquí en condiciones estables pero precarias o intentar luchar por conseguir algo mejor para los dos.
Yo me voy sin trabajo inicial, aunque con muchísimas posibilidades de encontrar uno en pocos meses y en buenas condiciones.
Mi familia y amigos viven en España, algo que supone un freno importante, sobretodo cuando te planteas irte a vivir tan lejos. Ese es el sentimiento que más te frena a la hora de tomar la decisión, aunque la esperanza es que finalmente no sea tan grave como parece y te acostumbres a tener a tu gente lejos. Ya os contaré dentro de un año.
Pero vamos a meternos en harina. Una vez tomada la decisión, comienzan a surgir otras dudas y sobretodo una gran lista de cosas que hay que prever y preparar.
A modo de resumen:
-Tengo que dejar el piso donde vivo actualmente.
-Tengo que convalidar mis títulos universitarios
-Tengo que vender mis pertenencias, aquellas que no me puedo llevar, por ejemplo, el coche.
-Tengo que resolver una gran cantidad de temas administrativos para no tener problemas ni en España ni en el país a donde vamos. (censos, domiciliaciones, impuestos, etc…)
-Tengo que organizar una mudanza (bastante grande por cierto) o vender mis muebles y comprarlos nuevos allí.
-Tengo que solucionar dónde vivir en el país de destino (a ser posible antes de que llegue la mudanza)
-¿Y cuando esté allí?¿Qué pasa? Este tema es muy interesante y nos hace pensar en muchas cosas. Por que en España vemos constantemente como hay personas clasistas y racistas que dicen muchas tonterías, personas que, con todos mis respetos, podríamos calificar como auténticos “imbéciles” que casualmente son muchas veces, causantes y responsables de la situación actual de este país.
Los que nos vamos queremos pensar que nos van a recibir con cariño y respeto y esperamos no encontrarnos con intransigentes que nos hagan la vida más difícil o que simplemente digan cosas como: “el trabajo para los del país”.
Respecto a este tema hay una anécdota muy graciosa que os quiero contar. Hace unos años conocí a una persona de esas racistas y clasistas, trataba a los inmigrantes con un aire de superioridad indecente, se creía por encima de los demás y pensaba que él pertenecía a una clase social superior. La crisis hizo su trabajo y se quedó en paro, este señor, que vivía en una zona de “alto nivel” de Madrid tuvo que coger sus cosas y marcharse a vivir a un país latino americano, supongo que no lo estará pasando bien, de lo que sinceramente me alegro muchísimo y espero que lo traten con la misma actitud que él lo hacía aquí con la gente inmigrante.
Bueno, por el momento, hasta aquí en mi entrega de hoy. Ya conocéis un poco mi situación, sabéis que me voy a trabajar y a vivir al extranjero y lo dejo todo para emprender una nueva vida, en la siguiente entrada os contaré cosas más prácticas y que seguro que os ayudan si os encontráis en la misma situación que yo: ¿Cómo prepararlo todo para irnos a vivir fuera? Papeleos, coste del traslado, cosas que no debes olvidar.
Iré añadiendo artículos al índice para que podáis leer todas la entradas de este pequeño diario y manual de mi experiencia.
Me voy a trabajar y a vivir al extranjero. La decisión.
Qué cosas me preocupan a la hor ade decidir irme a vivir al extranjero