Me voy a trabajar al extranjero. La mudanza
Me voy a trabajar al extranjero. La mudanza. Ya os conté el otro día el inicio de mi experiencia de tener que irme a vivir al extranjero. La verdad es que una vez tomas la decisión, ya sólo queda ponerte manos a la obra. Al principio todo parece sencillo, pero cuando te metes de lleno en el maravilloso mundo de la burocracia y el papeleo, te das cuenta de que vivimos completamente atados por normas y leyes que nos guían hacia un modelo de vida común y normalizado. Cuando necesitas cambiar un poco tu modelo de vida, comienzan los problemas.
Hoy te voy a contar todo el proceso de mudanza que he tenido que sufrir para poder trasladarme al extranjero.
Cómo plantearse una mudanza de toda la casa para irse a vivir al extranjero
En primero lugar, lo que tuve que estudiar es lo que nos resultaba más económico, teníamos varias opciones:
1-Vender los muebles y comprarlos en el lugar de destino
2-Llevarnos sólo la mitad de los muebles y la otra mitad comprarlos allí
3-Llevarnos todo lo posible en cajas
4-Contratar un contenedor y llevarnos la casa entera
También pensamos en llevarnos el coche, pero no es factible, porque en la mayoría de países ponen muchos problemas a la importación de vehículos, y da lo mismo que seas propietario y residente del país.
Una mudanza para irse a vivir al extranjero.
Lo primero que tienes que hacer es preguntar o informarte acerca de las condiciones para realizar una mudanza de enseres personales. Preguntar sobre los impuestos y las posibilidades de exoneración de los mismos. Es decir, que no tengas que pagarlos. Ten mucho cuidado porque si tienes que pagar muchos impuestos a lo mejor no sale rentable llevar ni tan siquiera un libro.
En mi caso, la idea es exonerar los impuestos justificando la residencia en el país de destino. Y una vez hechos los cálculos, lo más barato es llevar todo lo posible en un contendor por barco. Coste: pues calcula que entre unas cosas y otras no baja de los 5000€. Aunque parezca mucho, en mi caso resultaba mucho más caro comprar allí los muebles y vender aquí los nuestros. Sobretodo teniendo en cuenta que es inevitable que tengas que mandar alguna caja con ropa o libros.
Nuestro consejo es que te informes muy bien de todo y que contrates una buena compañía. Nosotros pedimos varios presupuestos y algunos de ellos eran un poco extraños. Por ejemplo, alguno nos daba sólo el coste del contenedor (2500€) pero no incluía los gastos del puerto, es decir otros 2500€. En otro presupuesto nos decían que nos dejaban un contenedor en la puerta de casa y que en 4 horas venían a buscarlo una vez llenado por nosotros, es decir, algo increíble.
Al final, contratar una compañía de mudanzas internacionales es lo más seguro y económico.
Eso si, queda por confirmar que todo sale bien y no hay problemas en el puerto de destino. Ya os contaré
Me voy a trabajar al extranjero. La mudanza
Cómo plantearse una mudanza de toda la casa para irse a vivir al extranjero