Llegando al final del camino. Finisterre
Llegando al final del camino. Finisterre. El final del camino de Santiago no es Compostela, aunque para muchos llegar hasta allí es más que suficiente.
Pero otros peregrinos deciden alargar su camino y llegar hasta el final de la tierra, Finisterre y Muxia, esta última dónde dicen que al apóstol Santiago se le apareció la Virgen Maria en una barca.
Finisterrae, el final del camino en la costa da Morte. Aquí quemarás tus pecados
El camino desde Santiago a Finisterre era hasta hace unos años, algo realmente difícil de encontrar, ya que las sendas estaban ocultas tras una densa maleza y la señalización era bastante escasa. Sin embargo, hoy en día, las tres etapas que separan la capital gallega del faro de Finisterre son mucho más asequibles que antaño, aunque siguen resultando austeras, sombrías y más difíciles que las precedentes, pero esto aporta un sabor aventurero al peregrino, que puede vivir la experiencia del caminar en soledad por valles y cerros desolados tal y como lo hacían sus antepasados.
Llegar a Finisterre es vivir una sensación parecida a la llegada a Santiago por el monte del Gozo, quizás aquí se disipen las dudas sobre si continuar caminando, ya que a diferencia de Compostela, el camino aquí si tiene un punto y final, por lo menos físicamente.
El pueblo de Finisterre no resulta especialmente singular después de haber transitado por decenas de poblaciones pintorescas y con un encanto especial. De hecho, Finisterre no nace del camino y desde siempre ha sido simplemente un testigo mudo del pasear de los extraños peregrinos. Finisterre mira al mar, que es el que le ha dado la vida y, tristemente, también se la sigue quitando. Y sino que se lo digan a los cientos de marineros que murieron en las peligrosas aguas de la costa de la muerte. Y hablando de enterramientos, de camino al faro y tras haber encontrado refugio en el pueblo, te asombrarás ante una arquitectura de cubos que albergan nichos vacíos. Se trata de una obra moderna que ha sido rechazada por la idiosincrasia de la tradición de los habitantes de estos lugares, que no quieren que sus muertos descansen mirando al mar, la desgraciada mar que les arrebató a sus seres queridos.
Y en el faro, si tienes suerte, podrás ojear el horizonte en busca de tierra firma, y si el clima no acompaña, tendrás que imaginar que hay tierra más allá de finisterrae, aunque de todas da lo mismo, porque la imagen de un sublime océano te quitará las ganas de continuar caminando.
Y aquí, en el sutil acantilado, lo más cerca del final de la tierra posible, cumplirás con la tradición y quemarás algo que te ha acompañado durante largas y cansinas jornadas de camino, te librarás del pasado y cumplirás con un rito pagano que purifica tu alma y te prepara para una vida futura mejor.
Sin duda, la experiencia del camino de Santiago es algo que no olvidarás en la vida, y si completas el camino hasta Finisterre, sentirás algo especial. Pero para saber que es, deberás hacerlo tu mismo.
®redactado por equipo editorial de urbanruta
Llegando al final del camino. Finisterre
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