Las ventajas del suelo radiante como calefacción
Las ventajas del suelo radiante como calefacción. El suelo radiante como calefacción es posiblemente una de las mejores soluciones que existen hoy en día para calefactar una casa.
Hace algunos lustros se impuso un sistema de suelo radiante mediante hilo conductor que utilizaba el efecto joule para calentar el suelo. Es decir una resistencia eléctrica alimentada por electricidad. Esta solución es posiblemente la peor de todas las posibles para calentar una espacio interior por el bajo rendimiento y el alto coste de la electricidad.
Verdades y mentiras sobre los suelos radiantes
Sin embargo, la calefacción por suelo radiante actual, o mejor dicho la que se emplea más frecuentemente, es la que utiliza los conductos de agua caliente para calentar el suelo. Dicho agua caliente procede de una caldera que puede estar alimentada por distintas fuentes: electricidad, gas, gasóleo o pellets y puede estar complementada por sistemas de geotermia o incluso placas solares térmicas o fotovoltaicas. De todas ellas, posiblemente las bombas de calor sean las más eficientes, sobretodo cuando se apoyan en un sistema de geotermia en climas muy fríos o simples bombas de calor aire-agua en climas templados.
Qué ventajas tiene el suelo radiante y qué mentiras se cuentas sobre él:
-Hoy en día hay muchas creencias erróneas sobre el suelo radiante. La primera es la que defiende que se trata de un sistema que consume mucho. Esto es rotundamente falso. El consumo se calcula en función del calor que se necesita para calentar un espacio y este es el mismo en todos los casos. En el caso de una suelo radiante no se consume más “agua” que en un sistema de radiadores de pared, ni tampoco más energía en calentar dicha agua. La diferencia estriba en cómo obtenemos dicha energía y cuánto nos cuesta generarla.
-El suelo radiante no se puede reparar. Esto es falso. Un suelo radiante se repara de la misma forma que cualquier otro sistema de calefacción. Al estar enterrado, el coste de reparación es mayor, pero en realidad, las posibilidades de que un suelo radiante se estropee son muy pocas
-El suelo radiante funciona bien con un suelo de madera. Esto es falso, en alguna ocasión hemos visto como alguna promotora defiende una instalación de suelo radiante para calefacción con suelo de madera. Esta solución no es muy eficiente ya que la madera como material aislante no permite que el calor la traspase o lo hace de una forma muy lenta, lo que baja el rendimiento de la calefacción. Los casos en los que el soporte del suelo radiante tiene un coeficiente de transmisión del calor mayor que el de la madera, el calor se escapará por abajo.
-Los mejores suelos para un sistema de calefacción por suelo radiante son los suelos cerámicos. Las ventajas del suelo cerámico es que jugamos con la inercia térmica del material, es decir se trata de un material con conductividades térmicas altas y que además tarda mucho en transmitir el calor, esto se traduce en que un suelo de piedra o un suelo cerámico va absorbiendo poco a poco el calor y lo va expulsando con la misma lentitud. Esto se traduce en un mayor confort desde el punto de vista de la calefacción, ya que aprovecharemos mejor el calor aún cuando la calefacción está apagada.
-Para que un suelo radiante funcione de la forma más eficiente posible es necesario aislar bien el soporte para que el calor no se pierda por abajo sino que se expulse hacia la parte superior, es decir hacia la zona habitable. Por ello no se debe escatimar en el coste de los aislantes del soporte y merece la pena colocar buenas capas de aislamiento que nos impidan la pérdida de carga por la parte inferior.
Las ventajas del suelo radiante como calefacción
Verdades y mentiras sobre los suelos radiantes