Las rejillas de los sumideros

Las rejillas de los sumideros. Una de las cosas que siempre me han llamado mucho la atención son las rejillas de los sumideros, son como agujeros de gusano, nadie sabe lo que hay detrás, y si tienes la desgracia de que algo tuyo entra en ellas, quizás no lo vuelvas a ver nunca más.

Dejando a un lado las imágenes evocadoras, queremos en este breve artículo centrarnos en las rejillas de los sumideros, esas piezas olvidadas que suelen ser, en la mayoría de los casos, horribles rejas metálicas por las que emanan olores desagradables.

Tipos de rejillas para sumideros

Distintos tipos de rejillas para  sumideros.

Rejillas de sumideros de fundición de acero. Las rejillas metálicas de fundición eran las más frecuentes para todo tipo de tapas de arquetas, por lo general suelen estar pintadas de negro y con una previa capa de protección contra la humedad. Al estar destinadas a sumideros de calles en las ciudades, suelen tener unas aberturas superiores a los 2cm. También son muy frecuentes las rejillas de fundición  para botes de sumidero en cubiertas o terrazas. En estos casos suelen tener unas aberturas más pequeñas que en las tapas de arquetas y se usan cuando el tránsito sobre ellas es solo peatonal.

Rejillas de aluminio. El bajo coste de este tipo de rejillas y la maleabilidad de este material las hace idóneas como tapas de sumideros en terrazas de viviendas o en zonas transitadas que buscan una imagen estética más cuidada. También se usan en todo tipo de aparatos sanitarios.

Rejillas de acero inoxidable. Sin duda son las más convenientes para su uso en zonas donde se requiere combinar la estética con la funcionalidad. El acero inoxidable, aunque más caro que otro tipo de acero, es el mejor para evitar las corrosiones por humedad.

Rejillas de EPDM, este tipo de rejillas se usan casi exclusivamente en cubiertas con protección de grava o en cubiertas no transitables. Su forma y material las hace poco adecuadas para zonas pisables o de uso intensivo. Su forma impide la entrada de grava pero permite la entrada de agua.

Otro tipo de rejillas. Se pueden diseñar todo tipo de rejillas, por ejemplo rejillas hechas con el mismo material que el suelo. Quizás sean más caras de fabricar que las rejillas metálicas, pero sin embrago el acabado merece la pena.

En conclusión, si puedes elegir, sin duda opta por hacer una rejilla con el mismo material del suelo, pero si eso queda fuera de tu alcance, elige una rejilla de acero inoxidable cuando va a quedar a la vista y de cualquier otro material cuando se trata de una rejilla que nadie va a ver.

®redactado por  equipo editorial de edificae