Las murallas romanas de Zaragoza.
Las murallas romanas de Zaragoza. Zaragoza es un asentamiento romano en la margen derecha del Río Ebro, cerca de donde comenzaron las luchas contra los pueblos indígenas que tenían su ciudad cercana, en un lugar conocido como Zaragoza La Vega. El primitivo nombre de Zaragoza parece que es Salduba, aunque resulta bastante complicado ponerse de acuerdo sobre su original emplazamiento.
Lo cierto es que el emperador Augusto fundó entre los años 19 y 15 a. C., la colonia de Caesar Augusta para establecer allí a los veteranos de las legiones. El lugar fue muy próspero durante muchos siglos, gracias a ser un enclave estratégico como cruce de las rutas que van hacia el Pirineo, Navarra, Castilla y Cataluña así como estar localizada en el mismo centro de Aragón.
Las murallas romanas de Zaragoza. Breve historia de la ciudad y de sus murallas romanas y árabes
Los romanos levantaron las murallas para albergar a una población de casi 30.000 habitantes. Zaragoza es una zona rica en agricultura de regadío, donde se comercia con productos básicos como el trigo y la cebada, el aceite y la sal, lo que la hace ser codiciada por los pueblos bárbaros que asolaban el imperio romano, de manera que las murallas romanas de Zaragoza tuvieron que ser reforzadas en previsión de los temidos ataques.
Otro de los hechos históricos acontecidos en Zaragoza es el hecho de que aquí se apareció la virgen María, lo que dio lugar a construir un templo destinado a albergar el pilar o la columna sobre la que se había acomodado la virgen.
En el año 714 Zaragoza cae bajo el dominio musulmán, que transforma la catedral en mezquita, aunque permite el culto en Santa María a los cristianos de la ciudad. El pueblo de Zaragoza se subleva varias veces, unas veces contra los vascones, y otras veces contra el gobierno de Córdoba, teniendo que venir el propio califa Abderraman III a sofocar algunas rebeliones.
Zaragoza fue gobernada por un reino taifa entre los años 1030 y 1118, en concreto por familia ilustre de los Banu-Hud que destacan por su cultura y amor a las ciencias. A partir del año 1110 son los almorávides los que gobiernan la ciudad y es a partir de 1118 cuando Alfonso I el batallador, tras seis meses de asedio, consigue tomar la ciudad de Zaragoza.
Francos, Vascones, Bearneses, Aragoneses, Catalanes, Judíos y Mozárabes constituían la nueva población de la ciudad, que se convierte en la capital de Aragón y que con Felipe V sufre la batalla de Zaragoza, en la que las tropas borbónicas tienen que tomar la ciudad, partidaria del archiduque Carlos de la dinastía austriaca.
En 1808 y 1809, Zaragoza tiene que sufrir el sitio de los franceses, siendo famosa la batalla con Agustina de Aragón y Palafox, que sostuvo la población y dirigió la resistencia.
Las murallas romanas de Zaragoza han contenido una ciudad con una organización típicamente romana, dos calles anchas colocadas perpendicularmente y que se corresponden al Cardo máximo (Calle Jaime I) y al de Decumanus (Espoz y Mina y Mayor) Ambas calles desembocan en sus puertas respectivas de la muralla orientadas a los cuatro puntos cardinales, la puerta del Angel, la puerta de Toledo, la puerta de Valencia, y la puerta Cinegia.
La longitud de las murallas romanas de Zaragoza era de 2900 m y se cree que tenía 100 torres. Las murallas romanas de Zaragoza tienen una altura 12 m y el espesor de los lienzos es de 5 m, y estaba precedida de un foso. El interior de las murallas y de los cubos estaba relleno con mortero de cal y piedra. Se piensa que en su obra intervinieron obreros italianos, dado que en algunos restos aparecen inscripciones en dialecto de la Campania.
Con el crecimiento del número de habitantes, la población se salió de las murallas romanas. Levantado los musulmanes una tapia, origen de la posterior muralla medieval.
A poca distancia de la tapia se levanta el palacio de la Aljafería, construido en el año 864 bajo la dirección de Aben Alfage. Se trata de un recinto de planta casi cuadrada y que será el centro político de Aragón durante cientos de años y que hoy ha vuelto a serlo, ya que en él se han instalado las Cortes de Aragón.
De la cerca medieval tan sólo queda la puerta del Carmen. Desafortunadamente, el derribo las murallas comenzó sistemáticamente a finales del siglo XIX, ya que hasta entonces la cerca estaba casi intacta. Ya nada queda de puertas como la de Sancho, del siglo XIII y que tanto servicio dio en la guerra de la independencia (1809) a los zaragozanos o del Portillo donde, según la tradición, se apareció la virgen para animar a los navarros que con las tropas de Alfonso I entraron en la ciudad por la brecha abierta en la muralla árabe.
®redactado por equipo editorial de arquitectura.vilssa
Las murallas romanas de Zaragoza.
Las murallas romanas de Zaragoza. Breve historia de la ciudad y de sus murallas romanas y árabes