Las casas flotantes

Las casas flotantes. La idea de casa flotante está ligada a ciudades donde abundan los canales y la mayor parte del terreno disponible está saturado o presenta muchas dificultades para soportar el peso de una edificación (ciudades de terreno pantanosos…)

Se podrían distinguir tres tipos de casas flotantes o edificaciones sobre el agua:

Las casa flotantes. Sistema constructivo de las casas flotantes con vasos de hormigón armado

Por un lado tendríamos los tradicionales palafitos soportados mediante pilotes de madera, típicos de regiones asiáticas como las islas Filipinas o los famosos palafitos de la isla de Chiloe en Chile. Se trata de construcciones cuya cimentación se basa en grandes pilotes de madera hincados en el lecho del río o del pantano, las casas se encuentran elevadas varios metros sobre el  nivel del agua. Esta solución constructiva es conocida desde la antigüedad.

Casas sobre el agua. Las casas sobre el agua son más bien una variante de un tipo de embarcación o barcaza adaptada como vivienda. Los principios constructivos en este caso son los mismos que se utilizan para la construcción de cualquier barco o embarcación. De hecho, este tipo de viviendas son móviles y se podrían trasladar y mover de un lugar a otro.

Casas flotantes. Las casas flotantes son una tipología constructiva de edificios que se fundamentan en los mismos principios de flotación que rigen la construcción de los barcos. La principal diferencia con estos es que las casas flotantes necesitan estar ancladas y limitar su movilidad para evitar sensaciones incomodas en sus inquilinos debidas al movimiento ondulante.

Sistema constructivo de las casas flotantes. Las casas flotantes construidas actualmente, sobre todo en países como Holanda, se basan en la construcción de un  gran vaso de hormigón que es el que aporta la flotabilidad. Aunque resulte extraño, el empleo del hormigón armado para la construcción de barcos fue muy empleado durante la segunda guerra mundial, donde EEUU  llegó a construir más de 100 embarcaciones de este tipo.

El hormigón es un material muy resistente a la corrosión y ligeramente más barato que la construcción en acero, por otro lado su peso aporta estabilidad a la casa, convirtiéndose en un material idóneo para la construcción de las casas flotantes.

El vaso de hormigón, muy parecido al que emplearíamos en la construcción de una piscina, tiene que estar perfectamente sellado, el vaso constituye en sí mismo un cuerpo homogéneo.

Las casas flotantes realizadas a partir de vasos de hormigón armado necesitan estar perfectamente ancladas para evitar en la medida de lo posible los movimientos derivados a las olas y las corrientes del agua, para ello se emplean de dos a cuatro anclajes en el perímetro del vaso de hormigón y que sujetarán todo el volumen para evitar movimientos. Éstos anclajes son la única conexión que hay entre la casa flotante y el terreno firme.

Por otro lado, las casas flotantes son una alternativa desde el punto de vista del diseño de la ciudad en aquellos lugares donde no es posible seguir creciendo en tierra firme, por ejemplo en la ciudad de Amsterdam, donde las autoridades se han decidido a fomentar un plan urbanístico que haga crecer la ciudad ganando terreno al mar por un lado y por otro promoviendo este tipo de construcciones de edificios flotantes, un ejemplo de ello es el barrio de Ijburg.

Fuente fotos: pinterest

®redactado por equipo editorial de construccion.vilssa