La villa de Avilés, un pueblo marcado por la industria del acero
La villa de Avilés reciente, un pueblo marcado por la industria. La villa de Avilés está profundamente marcada por la implantación de la industria del acero, ENSIDESA, inaugurada en 1950, y que transformó un pequeño pueblo en una gran ciudad en menos de 10 años.
De un lugar tranquilo con menos de 20.000 habitantes se pasó a 90.000, nuevos barrios creados de la nada, a veces sin orden y concierto. Hoy en día, los restos de la gran industria han dejado secuelas de contaminación, crisis y paro. Pero la vida sigue. Nada se puede entender hoy sin el acero que cambió muchas vidas, aunque queda un Avilés, el viejo, aferrado a sus piedras centenarias, sus calles, sus soportales y sus históricas plazas.
La villa de Avilés, un pueblo marcado por la industria del acero. Villa de conquistadores, nobles e indianos
La plaza mayor es el corazón de Avilés. El edificio más sobresaliente es el del ayuntamiento que data del año 1670, con una fachada renacentista con tres blasones, una torre campanario y soportales en forma de 10 arcos de medio punto. En los archivos se encuentra una copia del fuero concedido a la villa en el año 1085 por Alfonso VI y confirmado en el año 1155 por Alfonso VII.
De la plaza Mayor de Avilés parten siete calles y alguna de ellas baja hasta la ría que desemboca en el mar en el puerto de San Juan de Nieva. Desde este puerto partió la flotilla que tomó parte en el siglo XIII en la conquista de Sevilla.
En el escudo de Avilés se ve un barco que zarpa del puerto y rompe las cadenas entre dos torres que recuerdan esta aventura naval.
Porque esta es villa de nobles, conquistadores e indianos, que dejaron sus huellas en el Avilés intramuros. Del siglo XVII hay tres edificios notables. En el palacio del marqués de Ferrera, se hospedaron la reina Isabel II y su familia en el año 1858. El palacio de los Camposagrado está cargado de barroquismo y en lo alto del balcón de la segunda planta destaca una torreta con el escudo familiar agarrado por una pareja de tenantes con sable. El palacio de los Llano-ponte posee una capilla que en su día se convirtió en sala de cine, y así podríamos describir decenas de edificios de gran y singular arquitectura.
Esta villa es tierra de conquistadores, nadie olvida a Rui-perez de la conquista de Sevilla, a Juan Alfonso de Avilés, que en 1494, salió de aquí a la conquista de Tenerife, o el famoso Pedro Menéndez de Avilés, primer adelantado y conquistador de la Florida.
Las iglesias abundan en Avilés: en el barrio de Sabugo se levanta la iglesia románica de Santo Tomás del siglo XII, destaca también la antigua parroquia de San Nicolás que alberga los restos de Pedro Menéndez y que tiene una portada del siglo XII y algunos capiteles originales, incluso una parte de la época romana. O la reciente iglesia de Santo Tomás de Caterbury, donde no sólo el nombre traslada a tierras inglesas, sino también su estilo neogótico de esbeltas verticalidades y apuntadas formas.
Y si visitas esta hermosa villa en verano, acércate a alguna de sus playas.
®redactado por equipo editorial urbanruta
La villa de Avilés, un pueblo marcado por la industria del acero
La villa de Avilés, un pueblo marcado por la industria del acero. Villa de conquistadores, nobles e indianos