La ventilación. Una buena forma de luchar contra el calor
La ventilación. Una buena forma de luchar contra el calor. Dependiendo desde nos leas, estarás ahora preparándote para la llegada del calor o del frio y es el momento, como cada año, de empezar a pensar en combatir los extremos de temperatura.
Hoy vamos a centrarnos en el calor, que sin duda es mucho más difícil de evitar que el frio, ya que por mucha ropa que te quites, no hay forma de evitar sentir un agobio extremo cuando las temperaturas suben de los 35ºC, y más aún cuando se combinan con un exceso de humedad.
Consejos para combatir el exceso de calor en verano
Hay dos formas comunes de sentir el calor:
1-El calor seco. Un clima continental se caracteriza por estaciones extremas y bajos índices de humedad, sobretodo en verano. Esto significa que de forma natural existen pocos mecanismos para combatir el exceso de calor, sobretodo cuando no circula ninguna corriente de aire.
En estos casos, las alternativas que tenemos son muy pocas, ya que aunque aumentemos la velocidad del aire mediante ventiladores o con estrategias de ventilación cruzada, lo único que logramos es mover aire caliente de un lugar a otro y difícilmente lograremos bajar la sensación térmica 1ºC. Casi la única forma de combatir el calor en estos casos es procurando zonas sombreadas donde la radiación solar caliente menos la superficie de suelos y paredes. Esta es la situación que probablemente sufras si vives en un piso de una gran ciudad como Madrid. ¿Es el aire acondicionado la única alternativa? Casi diríamos que si, a no ser que tengas la posibilidad de diseñar tu propia vivienda y emplear otro tipo de recursos como vegetación, estanques de agua, o nebulizadores de agua en el exterior.
2-Climas húmedos. El otro tipo de calor es el que sufrimos cuando la temperatura es alta y la humedad del aire también. En estos casos solemos sufrir una sensación de agobio, como si no pudiésemos respirar bien. El calor húmedo es mucho más fácil de combatir que el calor seco y tenemos varias alternativas naturales para hacerlo sin tener que acudir al insostenible aire acondicionado, y no lo decimos sólo por el coste energético sino también por otro tipo de razones como la insalubridad o el hecho de que el aire acondicionado a gran escala lo que hace es repartir el calor de tal forma que se lo quita a unos y se lo da a otros (sólo hace falta colocarte al lado de una condensadora para sentir como el calor que se extrae de un lugar se esta llevando a otro sitio)
En un clima húmedo, la ventilación es nuestra mejor aliada.
Si estamos dentro de un edificio, la radiación solar calienta el aire interior mientras que en el exterior el aire continua a menor temperatura. Es el momento de procurar una buena ventilación para sacar el aire caliente del interior y sustituirlo por aire fresco exterior. Los grados que podemos reducir son muchos porque la temperatura que podemos alcanzar en un espacio mal ventilado es muy alta respecto a la que hay en el exterior.
¿Por qué en un clima húmedo sentimos menos calor que en uno seco? Por un efecto muy sencillo. El agua por efecto del calor de la radiación solar se evapora y en ese proceso y cede calor al aire, lo que significa que la temperatura baja. En un clima húmedo, nuestro cuerpo suda más y esa humedad, al evaporarse, hace que nuestro cuerpo ceda calor. En estos casos la velocidad del aire es muy importante porque ayudará a que el proceso sea mucho más rápido. Existen límites a esa velocidad, pero de forma genérica podemos decir que por cada aumento en la velocidad del aire de 0,2m/s reducimos la sensación de calor en 1ºC.
Y dicho esto, las conclusiones que podemos sacar son muy sencillas respecto a la ventilación.
-En un clima seco, procura estar a la sombra y renovar el aire sobrecalentado de un espacio por aire más templado. Si puedes, procura mantener cierta humedad mediante nebulizadores, vegetación o rociadores con un poco de agua.
-En climas húmedos, procura la ventilación forzada con ventiladores de techo o de pie, con eso será suficiente para que tu sensación de calor disminuya considerablemente.
Y como siempre aconsejamos, si puedes y tienes la oportunidad de diseñar tu casa, procura asesorarte con profesionales expertos que te ayuden a utilizar las estrategias pasivas para luchar contra los extremos de temperatura. Ahorrarás dinero y aumentarás el confort.
La ventilación. Una buena forma de luchar contra el calor
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