La abundancia de escuelas de arquitectura penaliza el futuro de los arquitectos.
La abundancia de escuelas de arquitectura penaliza el futuro de los arquitectos. El exceso de escuelas de arquitectura esta provocando un desequilibrio en la profesión muy difícil de resolver y que esta provocando una devaluación de la profesión de arquitecto.
En los años 70 sólo existían 6 escuelas de arquitectura a nivel estatal, hoy hay más de 20 centros donde se pueden cursar los estudios de grado de arquitectura. Los ratios de número de arquitectos por habitante en España son de los más altos de Europa y la tendencia parece que se dirige a continuar aumentándolos en los próximos años.
Hay demasiados arquitectos en el mercado, la mayoría sin trabajo.
A estas cifras hay que añadir que se gradúan al año más de 2000 nuevos arquitectos y el número de colegiados ronda los 60.000.
Si bien hace una década la demanda de profesionales técnicos cualificados era muy alta, hoy en día más del 75% de arquitectos se encuentran en el paro y sin expectativas de encontrar un trabajo en el sector en los próximos años.
El mercado laboral del arquitecto joven nunca fue de gran calidad, ni tan siquiera en los años de abundancia. Un arquitecto recién titulado solía trabajar de forma precaria en despachos profesionales de distinto volumen, la mayoría de las veces sin contrato y por salarios bastante bajos. Hoy la situación es todavía más inquietante ya que no existe oferta suficiente para cubrir el gran número de arquitectos que se licencian cada año.
La abundancia de escuelas de arquitectura penaliza el futuro de los arquitectos.
Los mayores problemas de la sobreabundancia de arquitectos y la proliferación de escuelas de arquitectura son:
1-El gran número de escuelas de arquitectura hace que los estudios de arquitecto se devalúen de forma significativa ya que muchas escuelas terminan compitiendo entre si por captar muchos más alumnos, y cuando se financian a través de capital privado se ven condicionadas a a la hora de cubrir un cupo determinados de estudiantes tanto a a la hora de la matriculación como a la hora de la graduación.
2-El mercado no puede absorber tantos arquitectos, lo que hace que su trabajo se devalúe enormemente siendo uno de los sectores profesionales peor pagados y en peores condiciones laborales.
3-Los planes de estudios de arquitectura son muy inflexibles. En España el estudiante de arquitectura sigue recibiendo una formación muy especializada orientada sólo a construir edificios, lo que hace que al futuro arquitecto le cueste adaptarse a puestos profesionales diferentes pero que podrían ser perfectamente compatibles.
¿Y cuál puede ser el futuro de este despropósito? El futuro de la profesión de arquitecto en España puede llegar a desaparecer si los actuales planes de estudio no se adaptan a al realidad del mercado modificando sus programas y diversificando la formación hacia distintas ramas (diseño informático, cine, publicidad, ingeniería civil, instalaciones, etc…) abandonando la hegemonía del proyecto arquitectónico como única capacidad del arquitecto.
La abundancia de escuelas de arquitectura penaliza el futuro de los arquitectos.
Hay demasiados arquitectos en el mercado, la mayoría sin trabajo.