Fachadas ventiladas o aplacadas

Fachadas ventiladas y/o aplacadas. Tradicionalmente las fachadas ventiladas englobaban casi la totalidad de las distintas tipologías constructivas. Desde que se comenzaron a realizar las primeras fachadas compuestas por varias capas se vio necesario garantizar la ventilación de las cámaras. Actualmente el término de fachada ventilada se usa, sobretodo, para definir las fachadas que tienen un soporte rígido y un aplacado exterior separado de dicho soporte mediante una subestructura auxiliar.

Fachadas ventiladas

Un paso fundamental en la evolución de los sistemas constructivos aplicados a las fachadas fue la separación física de las dos hojas que componen el muro. De este modo se dota a la hoja interior de la capacidad portante y a la exterior se la trata exclusivamente como el envolvente.  El primer antecedente de este sistema es la fachada de ladrillo a la capuchina, que consiste en dos capas de ladrillo separadas por una cámara de aire y que pueden estar unidas por llaves, aunque en el caso de la fabrica de ladrillo a la capuchina ambas capas tenían la misma función.

Fachadas ventiladas o aplacadas. Ventajas climáticas de las fachadas ventiladas

Fachadas ventiladas

El cerramiento basado en una hoja no puede considerarse como un cerramiento propiamente dicho ya que casi siempre recurre a una fachada tradicional a la que se le coloca una piel de características determinadas. En el caso de las fachadas aplacadas, al cerramiento se le añade una hoja exterior, generalmente placas de piedra, cerámicas o de hormigón que, mediante fijaciones puntuales a la estructura o mediante una subestructura continua, transmiten su propio peso a la hoja resistente o portante y de allí al propio sistema estructural del edificio. Por lo tanto, se trata de un sistema potencialmente más novedoso que los anteriores y con la ventaja de la reversibilidad parcial del proceso.

Fachadas ventiladas

Debemos hacer una distinción entre fachadas aplacadas y fachadas ventiladas. En el primer caso la envolvente exterior, la capa de acabado se encuentra en contacto directo en toda su superficie con la capa de soporte. La unión se suele hacer mediante colas y cementos y no existe una cámara intermedia de aire entre ambas capas. En el segundo caso, en la fachada ventilada, si existe una cámara de aire entre el soporte rígido (ladrillo u otro elemento) y la lámina exterior. Es muy conveniente desde el punto de vista energético que en este espacio se sitúe el aislamiento.

En las fachadas ventiladas cuya lámina exterior es un elemento fino (de menor espesor, masa y densidad que el elemento de soporte), una de partes más importantes es la estructura de anclaje, ya que de ella depende el apoyo de la envolvente exterior. Dicha envolvente debe ser lo más ligera y liviana posible.

Existen varios tipos de anclaje. Se pueden utilizar anclajes puntuales directamente anclados al soporte rígido o subestructuras más complejas  (generalmente de acero) que reparten las cargas linealmente.

  • Fuente: fachadas. Ed.monsa 2010
  • @redactado por equipo editorial de arquitectura-vilssa

Fachadas ventiladas o aplacadas

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