Conocemos los sabores por la nariz.
Conocemos los sabores por la nariz. Todavía no sabemos muy bien como funciona nuestro olfato, pero lo que tenemos claro es que gracias a él somos capaces de percibir nuestro entorno y no sólo gracias a poder olerlo, también parece que nos ayuda a conocer como sabe.
Hagamos un pequeño experimento:
Cojamos una manzana y una patata con el mismo tamaño para no notar la diferencia de forma y tapémonos la nariz para no poder olerlas.
La patata y la manzana tienen texturas parecidas por lo que al tacto y a nuestras papilas gustativas les resultará difícil distinguirlos.
Tápate los ojos y la nariz y prueba ambos trozos. Lo más probable es que no sepas distinguirlos. ¿qué está pasando?
Conocemos los sabores por la nariz
La nariz y la boca están interconectadas por la misma vía, de tal forma que ciertas moléculas se trasladan de un lugar a otro rápidamente. El gusto suele identificar de forma inmediata lo salado, lo dulce, lo amargo y el acido pero hay otros matices que son detectados por el olfato y que son los que terminan de reconocer lo que llamamos sabor de la cosas.
¿Te has preguntado por qué cuando estas constipado y tienes taponadas tus fosas nasales, da la sensación de que los alimentos no te saben a nada? Ya tienes la explicación
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