Cuando hace frio adelgazamos

El frío puede ayudarnos a adelgazar

Parece que el frío nos ayuda a adelgazar y la calefacción favorece que engordemos ya que una temperatura de 17 a 15°C favorece la producción de grasa buena que quema energía para mantener la temperatura corporal adecuada.

Una nueva forma de adelgazar: mantenernos a una temperatura relativamente baja

Una nueva forma de adelgazar: mantenernos a una temperatura relativamente baja

Un grupo de investigadores de la universidad de Maastricht mantiene que el frío moderado puede ayudar a que nuestro organismo consuma más energía y de esta manera perdamos peso, lo que sucede con esta estrategia es que nuestro cuerpo produce más grasa parda que es una grasa beneficiosa y que ayuda a quemar energía.

El estudio nace al observar cómo la población actual es más propensa a engordar y si esto tiene alguna relación con el tipo de vida sedentario que llevamos dentro de oficinas y de nuestras casas, con ambientes más cálidos y confortables que en el exterior. El estudio confirmó la hipótesis de partida y los investigadores concluyeron que tras seis horas al día a una temperatura de 15°C durante 10 días se aumenta el porcentaje de grasa parda, por otro lado, los investigadores aseguran que permanecer a esa temperatura no es tan duro y que  las personas que participaron del estudio terminaron acostumbrándose al frío.

Los investigadores concluyeron que nuestro cuerpo consume un 30% de energía más para contrarrestar el frío y no tiritar, lo que ayuda a reducir nuestra grasa corporal. Así pues, parece que a aparte de mantener una dieta adecuada y practicar ejercicio, pasar más tiempo a una temperatura moderadamente baja puede ayudar a reducir esos kilos de más.

Nuestro organismo cuenta con varios tipos de grasa, un tejido blanco que almacena calorías extras y la grasa parda o marrón que es una grasa buena que quema energía para mantener la temperatura adecuada. Gracias a esta grasa se mantienen calientes los mamíferos que hibernan  y los humanos al nacer, una grasa que luego se va perdiendo. La conclusión de este estudio nos lleva a pensar que la producción de este tipo de grasas, bien sea mediante el frío o mediante fármacos, nos podría ayudar a adelgazar.

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