Bonsái de interior. Cultivo del bonsái romero
Bonsái de interior. Cultivo del bonsái romero. El bonsái Romero es básicamente un arbusto que tiene como principal ventaja el estar perfectamente adaptado al clima estacional, tener un aroma característico y ser muy apreciado como condimento en la cocina tradicional.
Como cultivo de bonsái puede ser una opción interesante como árbol de interior, aunque siempre será conveniente situarlo una zona perfectamente ventilada.
Bonsái de interior. Cultivo del bonsái romero. Técnicas de mantenimiento
El Romero proporciona enormes posibilidades a la hora de darle forma desde el punto de vista estético. Existen variedades de romero rastrero que cuentan con un desarrollo muy lento, pero con mayor hojas sobre los tallos, lo que nos ofrece una ventaja a la hora de darle formas singulares.
En todo caso, el romero es una planta aromática de rápido crecimiento aunque no llega a desarrollar un gran tamaño. La ramificación se desarrolla muy próxima a la base, perdiéndose en los ejemplares más longevos. El Romero posee una corteza grisácea muy delgada, con grandes grietas a partir de las cuales aparecen las hojas, este tallo nos permitirá aplicar técnicas de tronco muerto.
El mantenimiento vegetativo del Romero bonsái.
Largo el bonsái de Romero necesita luz abundante y sol directo, no requiere un ambiente demasiado húmedo, aunque en realidad se adapta a cualquier lugar, incluso en zonas donde se producen fuertes heladas ocasionales. El riego debe ser moderado, reduciéndose al mínimo en invierno. El romero bonsái requiere un suelo con un buen sistema de drenaje y ligeramente arcilloso. El abono se debe realizar en primavera y en otoño, a fin de propiciar la floración varias veces al año.
El trasplante, como la mayoría de los árboles bonsái se debe practicar cada uno o dos años, en el caso del Romero bonsái es mejor hacerlo a principios de primavera, eliminando una tercera parte de las raíces que conforman el cepellón.
Mantenimiento estético del Romero bonsái.
El romero bonsái tiene un desarrollo relativamente rápido, por lo que es necesario pinzar los brotes a lo largo de toda la época del año, siempre tras la floración y dejando nuevas hojas que contribuyan a incrementar el volumen del ejemplar. Hay que eliminar también las hojas secas que se forman en la copa, así como las que hayan perdido parte de su color verde, las más viejas y las situadas en las zonas inferiores
El hecho de ser un árbol con gran floración hace que sea necesario un mantenimiento constante, el romero bonsái tiene una lenta pero constante caída de hojas, debido a la renovación habitual que sufren las especies perennes.
Durante la época de desarrollo es posible aprovechar para modificar la dirección del tallo principal y las ramas, ya que el flujo de sabia permite que los tejidos quebradizos durante el invierno adquieran mayor flexibilidad. El alambrado y las técnicas de tensión con torniquete y separadores resultan los mecanismos más eficaces para dar la forma al bonsái.
Plagas y enfermedades del Romero bonsái.
Se trata de una planta aromática, de ambientes secos y calurosos y no es habitual que sufra el ataque de plagas enfermedades de origen fúngico, aunque conviene vigilar la aparición de los pulgones, las cochinillas o cualquier otro tipo de insecto. Las plagas se pueden producir sobre todo en lugares en los que existe poca ventilación y un exceso de humedad.
Fuente fotos: pinterest
®redactado por equipo editorial de decoraccion.vilssa
Bonsái de interior. Cultivo del bonsái romero
Bonsái de interior. Cultivo del bonsái romero. Técnicas de mantenimiento