Boltaña en Huesca, un pueblo silencioso
Boltaña en Huesca, un pueblo silencioso. Boltaña es una pequeña villa fundada en tiempos de los romanos y que vivió su máximo apogeo, como otras poblaciones del entorno, durante la ocupación musulmana. Boltaña se encuentra a pocos kilómetros de Aínsa, lo que la ha condicionado desde la antigüedad, ya que siempre estuvo sometida al poder de esta.
Sus características y configuración física son muy parecidas a la población de Aínsa, aunque no tiene ni su bella plaza mayor ni sus grandes construcciones. Boltaña está confirmada como villa desde el reinado de Sancho el mayor, rey de Pamplona desde el año 1000 hasta el año 1035, y al igual que le sucede a muchas poblaciones de la provincia de Huesca, su historia es escueta y carente de grandes acontecimientos. Quizás por ello, una de las historias más repetidas en el imaginario popular, es la que narra los vuelos de las brujas que volaban en sus escobas desde el castillo de Boltaña hasta las cimas de Cotiella y Turbón, donde celebraban sus aquelarres con el mismísimo Satanás.
Boltaña en Huesca, un pueblo silencioso cerca de aínsa
Al igual que otros muchos pueblos de la comarca, en Boltaña se han desarrollado dos pueblos, la Boltaña moderna, y la vieja Villa, que conserva su configuración urbana con calles apretadas alrededor de una iglesia, siendo su urbanismo, uno de los atractivos más llamativos de la Villa.
De la historia de Boltaña poco sabemos, aunque se dice que tuvo una cierta importancia defensiva alrededor del siglo X, y que durante el reinado de Alfonso I, la villa empezó a decaer a favor de Aínsa, que tenía carta Puebla desde 1124.
En las calles de Boltaña encontramos algunos edificios de buena fábrica, como la iglesia parroquial del siglo XIII, que llegó a ser Colegiata. También tenemos algunas construcciones civiles con un estilo popular que no desentona demasiado con el antiguo conjunto. Es todo ello lo que hace que un paseo por las viejas calles de esta villa sea una experiencia bella y muy agradable.
Hoy, los habitantes del pueblo, conservan uno de los antiguos dances de Aragón, el palotiau, una danza en la que los participantes, todos varones, hacen chocar unos contra otros los palos que llevan entre las manos mientras dan pasos cada vez más rápidos y se entrecruzan.
En definitiva, una visita a Boltaña, bien merece la pena que se realice en días de romería, donde podrás pasear por sus viejas calles y admirar sus costumbres populares, tan arraigadas en las gentes de estas tierras.
®redactado por equipo editorial de urbanruta
Boltaña en Huesca, un pueblo silencioso
Boltaña en Huesca, un pueblo silencioso cerca de aínsa