Alquézar en Huesca, una villa recuperada para el turismo
Alquézar en Huesca, una villa recuperada para el turismo. Alquezar, en la provincia de Huesca, significa la fortaleza. La villa, en efecto, es un enorme castillo fortaleza que domina un hermoso cerro, un lugar privilegiado con una antigua historia. Alquézar ha sido escenario de múltiples guerras y conquistas con importantes batallas e historias de caballeros que tuvieron lugar durante el proceso de la reconquista y durante el constitución del propio reino de Aragón.
Su origen se remonta a los tiempos de las divisiones geográficas llevadas a cabo por las grandes familias musulmanes en toda la zona de Aragón, su construcción se asocia a la defensa de Barbitania. Se sabe que perteneció a la familia de los Banu Jalaf, y que en el año 893 fue conquistada por Ismail-Ben-Muza, y durante 40 años tuvo como gobernador a Yahia, uno de los hijos de Abderramán III.
Alquézar en Huesca, una villa de origen musulmán hoy centro turístico de una zona de gran riqueza natural
Posteriormente fue reconquistada por los cristianos en el siglo XI y a partir de entonces perteneció a diócesis de Roda. Alfonso I le concedió fueros, y aunque durante los siglos XII y XIII perteneció a Tortosa, a partir de 1242 pasó a manos definitivas de las diócesis aragonesas.
Su paisaje la hace especial, una villa enmarcada en tierras altas, cercana a cumbres poderosas junto al río Vero y a 660 m de altitud. Rodeada de almendros y olivos centenarios, lo que la convierte, hoy en día, en un paraje ideal para los deportes de aventura, senderismo y turismo rural.
Sus calles de gran pendiente conducen siempre hacia el castillo, una zona de doble muralla construida durante los siglos XI y XII, porque Alquézar, aunque fue fundada por los árabes, no guarda en su interior ningún recuerdo de sus primeros pobladores.
Una Colegiata del siglo XVI con restos de la iglesia de Santa María Magdalena, parte de un claustro romántico de los siglos XI y XIII, restos de pinturas al fresco y grandes rincones con retablos y muestras de la pintura religiosa de los siglos XV hacen del recinto amurallado una muestra de arquitectura medieval de gran importancia, convirtiendo Alquézar en un pueblo museo.
Pero visitar Alquézar no es sólo caminar por su conjunto monumental, también es recorrer sus calles, admirar la arquitectura del caserío popular, con sus calles y plazas y los edificios de gran valor histórico artístico que hoy en día han vuelto a cobrar protagonismo gracias a las cuidadas rehabilitaciones arquitectónicas.
Podrás caminar por calles empedradas, admirar soportales y porches, pórticos, escudos nobiliarios, chimeneas y balconadas que poco a poco hay sido sutilmente restauradas.
Y una muestra de esta arquitectura popular es la plaza porticada de la Villa, pequeña pero de gran belleza e interés arquitectónico, hoy testigo de nuevas actividades, sobre todo del sector turístico con interesantes locales donde poder degustar la rica gastronomía y los vinos de la zona.
A los que les guste la naturaleza, los alrededores de Alquézar ofrecen interesantes rutas senderistas, deportes de aventura y pintorescos rincones. Así como una oferta de casas rurales donde disfrutar de un merecido descanso.
Redactado por equipo editorial de urbanruta
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Alquézar en Huesca, una villa de origen musulmán hoy centro turístico de una zona de gran riqueza natural