Algunos trucos caseros para cocinar y conservar verduras

Algunos trucos caseros para cocinar y conservar verduras. Veamos algunos trucos caseros para cocinar y conservar las verduras basándonos en conceptos físicos y químicos. Sin duda, desde la antigüedad se han empleado todo tipo de trucos y consejos caseros para mejorar nuestra cocina, quizás no se conociese realmente por qué se conservaba mejor la verdura si la guardábamos en una bolsa de plástico que si la dejábamos al aire, pero nuestras abuelas siempre han sabido mantener y cocinar todo tipo de productos sin necesidad de sofisticadas neveras y complejos robots de cocina.

Algunos trucos caseros para cocinar y conservar verduras, el factor que más determina   la  conservación y la  cocción de las verduras es la humedad, ya que los vegetales tienen gran contenido de agua y cuando la pierden, pierden también algunas de las cualidades que más apreciamos: sabor, aroma, color, etc… y además suelen conservarse peor.

Trucos sencillos para evitar que las verduras pierdan sus cualidades a la hora de cocinarlas o conservarlas

El agua es por lo tanto el complemento ideal para las verduras, gracias a ella las podemos cocer y si la pierde en exceso, podemos terminar dañándolas.

Trucos caseros para cocinar y mantener las verduras en buen estado.

-Cocer las verduras y evitar que pierdan sabor y propiedades. Cuándo cocemos las verduras, uno de los problemas más comunes es que corremos el riesgo de que pierdan color, aroma y sabor. Para evitar una evaporación excesiva del agua de las verduras durante su cocción colocaremos una tapa al revés sobre la que añadimos un poco de agua.

Lo que sucede cuando hacemos esto es que la tapa actúa como superficie fría y aumenta la velocidad de condensación del agua en cocción y evitamos que el agua de la verdura se evapore en exceso. Hoy en día se utilizan ollas a presión que evitan también una evaporación incontrolada.

-Ayudemos a que los vegetales no pierdan humedad de manera excesiva en su conservación. Las verduras van perdiendo poco a poco humedad y con ella ciertas cualidades, para evitarlo podemos protegerlas de distintas formas. Por ejemplo, las coliflores mantienen bien su humedad si las envolvemos en papel de periódico. Los tomates se conservan mejor si los envolvemos en un papel de aluminio y en un recipiente de cristal y la lechuga se conserva mejor si la lavamos bien, la escurrimos y la metemos en una bolsa de plástico sin cerrar. Con estas prácticas conseguimos mantener la humedad del ambiente y evitar una excesiva transpiración.